
El BBVA solo ha logrado hacerse con 1,2 millones de acciones, lo que representa el 25,33% de las acciones y el 25,47% de los derechos de voto del Sabadell.
En consecuencia, informa la Comisión Nacional de los Mercados de Valores, “la oferta pública ha tenido resultado negativo al no haber sido alcanzado el límite mínimo fijado por el oferente para la validez de la misma y, atendiendo a lo previsto en el folleto de la oferta, al no poder renunciar a este mínimo en la medida en que el número de acciones de Banco de Sabadell, S.A. que han aceptado la oferta supone un porcentaje inferior al 30% de sus derechos de voto, excluyendo la autocartera”.
De esta forma, la opa “queda sin efecto”.
Minutos después de conocerse el resultado hecho público por la CNMV, el BBVA informaba de que la opa “no seguirá adelante porque no ha alcanzado el nivel mínimo de aceptación que el banco había fijado”.
Y anunciaba que se centrará en el Plan Estratégico “y los ambiciosos objetivos financieros asociados mantendrán a la entidad a la cabeza de la banca europea en crecimiento y rentabilidad. Como parte del Plan Estratégico, BBVA retoma de manera inmediata su plan de retribución al accionista: el 31 de octubre iniciará la recompra de acciones pendiente de cerca de 1.000 millones de euros; el 7 de noviembre pagará el mayor dividendo a cuenta de su historia (0,32 euros por acción), por un total de aproximadamente 1.800 millones de euros; y, en cuanto reciba la aprobación del Banco Central Europeo (BCE), pondrá en marcha una significativa recompra de acciones adicional”, señala en la información que hacía llegar a sus accionistas.
Asimismo, el presidente de la entidad, Carlos Torres Vila, agradecía “a los accionistas de Banco Sabadell que han mostrado su apoyo al proyecto de unión, a los accionistas de BBVA por su respaldo constante y a nuestro equipo por el gran trabajo realizado en todo el proceso”.
“En BBVA -añade- miramos al futuro con confianza y entusiasmo. Contamos con un banco en su mejor momento, un equipo comprometido y una hoja de ruta clara para seguir creciendo y creando valor para nuestros accionistas, clientes y la sociedad”.
En principio, el BBVA se había marcado como objetivo alcanzar el 50% del banco catalán; y posteriormente redujo su intención al 30%. De haber sido así hubiese lanzado una segunda opa sobre el capital restante al precio que hubiese marcado la CNMV. Al no haber alcanzado el mínimo, desiste de la idea y, según la ley de opas, no podrá volver a intentarlo hasta dentro, al menos, de un año.