Jueves, 23 de Octubre de 2025
Diario de Economía de la Región de Murcia
OPINIÓNEcos transatlánticos: España y la OTAN ante el nuevo espectáculo de Trump
  • Buscar
Rubén Darío Torres Kumbrián

Ecos transatlánticos: España y la OTAN ante el nuevo espectáculo de Trump

 

Mientras Donald Trump convertía sus declaraciones en un nuevo episodio de reality show político, los mandatarios de la Unión Europea y de la OTAN respondían con la templanza propia de quienes saben que la seguridad se construye con coherencia y compromiso, no con titulares estridentes.

 

En la reunión de ministros de Defensa celebrada en Bruselas el 15 de octubre de 2025, la Alianza Atlántica renovó sus apuestas por la disuasión frente a Rusia, el apoyo estructurado a Ucrania y el refuerzo del flanco oriental, desplegando una diplomacia serena que contrastó con el ruido mediático. España, representada por la ministra Margarita Robles, subrayó su lealtad al bloque y su voluntad de actuar con responsabilidad, incluso ante las presiones externas.

 

[Img #10654]

 

La reunión de ministros de Defensa de la OTAN marcó un punto de inflexión en la adaptación estratégica de la Alianza Atlántica ante la creciente tensión en el flanco oriental y el desgaste operativo derivado de la guerra en Ucrania. Convocada bajo la presidencia del nuevo secretario general, Mark Rutte, la cita se centró en tres ejes esenciales: el sostenimiento del apoyo a Ucrania, la consolidación de la disuasión frente a Rusia y la definición de una arquitectura industrial y tecnológica común entre los aliados.

 

Apoyo sostenido a Ucrania

 

El primer bloque de debate estuvo dedicado a garantizar un flujo predecible y continuo de apoyo militar a Ucrania. Los ministros aprobaron la puesta en marcha del Mecanismo PURL (Predictable Ukraine Resilience Logistics), una estructura destinada a coordinar la financiación, adquisición y entrega de material bélico y logístico a Kiev. Este mecanismo permitirá sustituir las donaciones puntuales por un sistema más estable, con compromisos plurianuales y gestión compartida entre los aliados.

 

Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Polonia asumieron el liderazgo de los consorcios logísticos, mientras que España, Italia y Canadá se incorporaron en áreas de transporte, mantenimiento y apoyo sanitario. La ministra de Defensa española, Margarita Robles, subrayó que “la solidaridad aliada con Ucrania debe medirse en resultados, no en titulares”, destacando la importancia de garantizar sostenibilidad y previsibilidad al esfuerzo común.

 

Refuerzo del flanco oriental y defensa aérea

 

Ante los nuevos informes de inteligencia sobre el incremento de actividad militar rusa en Bielorrusia y Kaliningrado, la OTAN decidió reforzar su postura disuasoria en el Este. Se aprobó un incremento de la presencia rotatoria avanzada en Polonia, los países bálticos y Rumanía, así como el despliegue de capacidades antiaéreas y antidrones de última generación.

 

España anunció su disposición a mantener el contingente desplegado en Eslovaquia con una nueva batería NASAMS, y a incrementar su contribución a la misión de vigilancia aérea en el Báltico. Asimismo, apoyó la propuesta polaca de crear un Centro de Coordinación de Drones de la OTAN, orientado a la defensa electrónica y la respuesta rápida frente a amenazas híbridas.

 

Compromisos financieros y gasto en defensa

 

Uno de los debates más sensibles giró en torno al cumplimiento de los objetivos financieros. Si bien todos los aliados reiteraron su compromiso con el 2 % del PIB en gasto militar, el bloque liderado por Estados Unidos y Polonia propuso avanzar hacia un 5 % combinado (3,5 % en defensa y 1,5 % en seguridad estratégica) de cara a 2035.

 

España, junto a Italia y Canadá, defendió un enfoque más gradual y realista. Robles sostuvo que “las capacidades no se miden solo por el gasto, sino por la efectividad de los medios y la disponibilidad operativa”, recordando que España cumple plenamente sus compromisos de despliegue, formación e interoperabilidad. El secretario general, Mark Rutte, reconoció que España es uno de los aliados con mayor contribución operativa, citando su presencia en Letonia, Turquía, Eslovaquia y el Mediterráneo.

 

Ciberdefensa y amenazas híbridas

 

La reunión también abordó la proliferación de ciberataques y campañas de desinformación atribuidas a Rusia. Los ministros aprobaron un protocolo de respuesta cibernética conjunta, que permitirá la intervención inmediata de expertos aliados ante ataques críticos a infraestructuras o instituciones. España apoyó activamente esta medida y propuso integrar la Escuela Europea de Ciberseguridad de la Universidad de Alcalá en la red de centros de excelencia de la OTAN.

 

Cooperación OTAN–Unión Europea

 

Otro de los acuerdos destacados fue la aprobación de una declaración conjunta OTAN–UE destinada a fortalecer la cooperación industrial y tecnológica en defensa, evitando duplicidades y garantizando la participación equitativa de las industrias europeas. España fue coautora de esta iniciativa, insistiendo en que la soberanía tecnológica europea debe ser complementaria —no subordinada— a la estadounidense.

 

Balance general

 

La reunión de Bruselas confirmó la unidad política de la Alianza, aunque también evidenció tensiones entre las prioridades presupuestarias y estratégicas de sus miembros. Mientras el eje atlántico apuesta por una expansión acelerada del gasto, el bloque mediterráneo —con España entre sus voces más activas— defiende un equilibrio entre defensa, economía y cohesión social.

 

Más allá de los porcentajes, la reunión consolidó el principio de que la fortaleza de la OTAN reside en la interoperabilidad, la coordinación política y la resiliencia industrial compartida. En este marco, la posición española fue percibida como prudente, constructiva y coherente con su perfil de aliado fiable, comprometido tanto con la seguridad europea como con la estabilidad global.

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.