Martes, 28 de Octubre de 2025
Diario de Economía de la Región de Murcia
OPINIÓNCriptomonedas ISO 20022 y la evolución de los pagos globales (II)
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Aquilino García

Criptomonedas ISO 20022 y la evolución de los pagos globales (II)

 

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En este segundo capítulo de la serie sobre el nuevo sistema financiero digital, exploramos cómo ciertas redes de criptomonedas compatibles con ISO 20022 (XRPXLM y XDC) están revolucionando los pagos transfronterizos y otros ámbitos financieros. También analizamos aplicaciones más allá de las remesas – desde la tokenización de activos hasta contratos inteligentes – y evaluamos el impacto potencial de la ley estadounidense conocida como “Genius Act” en la entrada de liquidez institucional al ecosistema cripto regulado. Mantendremos un enfoque claro, neutral y accesible, con ejemplos reales y referencias a fuentes oficiales para respaldar los puntos clave.

 

Criptomonedas ISO 20022 en pagos transfronterizos

 

ISO 20022 es un estándar global para mensajes financieros que está modernizando la comunicación entre bancos. Su adopción para pagos internacionales en 2025 abre la puerta a integrar redes blockchain en la infraestructura bancaria tradicional. Proyectos como Ripple (XRP) y Stellar (XLM) se han posicionado para conectar las finanzas tradicionales con las criptomonedas, participando activamente en los organismos de estándares. Por ejemplo, RippleNet (red global de pagos de Ripple) fue diseñada para ser compatible con ISO 20022, facilitando que bancos y empresas se conecten mediante APIs unificadas.

 

De igual manera, XDC Network ha incorporado mensajería ISO 20022 para integrarse con sistemas legados en finanzas y comercio internacional. En resumen, estas criptomonedas y sus plataformas asociadas actúan como puentes entre el sistema bancario y la nueva era digital, permitiendo que los pagos viajen por blockchain con un lenguaje comprensible para las entidades financieras.

 

Casos de uso actuales y pilotos reales

 

No es teoría: XRP, XLM y XDC ya se utilizan en pilotos y soluciones comerciales de pagos transfronterizos:

 

  • RippleNet y XRP: Más de 300 instituciones financieras se han integrado a RippleNet para agilizar transferencias internacionales. Banco Santander, por ejemplo, logró reducir en ~70% el costo de pagos internacionales usando la tecnología de Ripple en un piloto. La solución On-Demand Liquidity (ODL) de Ripple emplea XRP como activo puente entre divisas, eliminando la necesidad de cuentas nostro/vostro prefinanciadas(*) y permitiendo remesas casi instantáneas en corredores como EE.UU.-México, Europa-Asia, etc. En 2025, Ripple reportó que ODL ya operaba en rutas que cubren el 80% del mercado global de remesas, moviendo miles de millones de dólares con liquidación en segundos.

 

  • Stellar y XLM: La red Stellar se ha enfocado en pagos de bajo costo retail. Un caso destacado es la alianza con MoneyGram para conectar dinero en efectivo con criptomoneda: a través de USD Coin (USDC) sobre Stellar, usuarios en varios países pueden convertir efectivo a stablecoins y viceversa en tiempo casi real. Este servicio, lanzado en 2022, permite que alguien deposite dólares en una sucursal de MoneyGram y el destinatario en otra región reciba moneda local, todo mediante USDC circulando por Stellar. La transacción se liquida en minutos sin necesidad de cuenta bancaria, demostrando el potencial de Stellar en remesas y pagos minoristas globales. Además, empresas como IBM han probado la red Stellar para facilitar pagos interbancarios (proyecto World Wire), utilizando XLM y stablecoins para liquidar transferencias internacionales de forma eficiente.

 

  • XDC Network: Diseñada para el comercio global, la red XDC combina blockchain híbrida (pública/privada) con mensajería ISO 20022. Ya se han implementado pilotos en Asia, Hispanoamérica y África donde XDC agiliza transacciones comerciales y financieras. Por ejemplo, en Hispanoamérica pequeñas empresas han obtenido financiamiento convirtiendo facturas comerciales en tokens en la cadena XDC, que luego inversores globales compraron para inyectar liquidez. En Asia, un conocimiento de embarque electrónico registrado en XDC sirvió como garantía de préstamo, reduciendo el tiempo de desembolso de dos semanas a menos de tres horas. Estos casos demuestran cómo XDC puede digitalizar documentos y transferir valor casi instantáneamente entre contrapartes internacionales, solucionando trabas del sistema tradicional (muchas operaciones de comercio aún se hacen vía papel y fax).

 

Además de estos ejemplos, es importante mencionar que los desarrolladores de XRP y XLM también colaboran con bancos centrales en proyectos de moneda digital: el Banco Central de Bután usó la plataforma de Ripple para pilotear un ngultrum digital enfocado en pagos minoristas y transfronterizos, mientras la República de Palau lanzó en 2023 un piloto de moneda estable nacional (vinculada al dólar) sobre tecnología XRP Ledger. De igual forma, Ucrania y otras jurisdicciones han explorado emitir monedas digitales sobre Stellar. Todos estos pilotos reales señalan una convergencia entre criptomonedas ISO 20022 y la banca tradicional, con la promesa de pagos más rápidos, accesibles y seguros a nivel global.

 

Comparación con el sistema SWIFT tradicional

 

El sistema SWIFT, creado en 1973, ha sido la columna vertebral de los pagos bancarios internacionales por décadas. SWIFT no mueve dinero en sí, sino que envía mensajes estandarizados entre más de 11.000 bancos para coordinar transferencias. Si bien es confiable y universal, su modelo conlleva ineficiencias importantes: las transacciones típicamente involucran múltiples bancos corresponsales, lo que resulta en demoras de 1 a 5 días en liquidar fondos y en costos elevados por comisiones de intermediarios y cambios de divisa. Además, el seguimiento de un pago SWIFT puede ser opaco; el remitente y receptor reciben confirmaciones, pero no existe un registro público transparente del estatus en tiempo real.

 

Las redes blockchain como RippleNet/Stellar ofrecen un enfoque radicalmente distinto. En lugar de mensajes que activan movimientos en infinidad de cuentas bancarias, la transferencia de valor ocurre realmente dentro de un libro mayor distribuido. Esto conlleva ventajas frente a SWIFT:

 

  • Velocidad: En RippleNet una transacción con XRP se valida en 3-5 segundos, y en Stellar los ciclos son similares, versus las horas o días de SWIFT. Incluso pruebas de envío de millones de euros vía XRP han concluido en segundos, mientras por SWIFT tardaron más de 24 horas. La diferencia es abismal: pagos casi inmediatos 24/7 en vez de esperar hasta la compensación en horario bancario hábil.

 

  • Costo: Transferir valor utilizando criptomonedas como XRP o XLM implica comisiones de fracciones de centavo por transacción, independientemente del monto. Estudios recientes destacaron que enviar $100.000 vía SWIFT puede generar $30-$50 en comisiones, mientras que con XRP el costo sería de apenas $0.01. Además, en SWIFT cada banco intermediario añade sus propias tarifas, muchas veces poco transparentes. En las redes blockchain, las comisiones son predecibles y uniformes en todo el mundo.

 

  • Transparencia y trazabilidad: Las transacciones en XRP Ledger o Stellar quedan registradas en libros mayores públicos e inmutables, accesibles para auditoría en tiempo real. Esto significa que tanto usuarios como reguladores pueden trazar el recorrido de un pago casi instantáneamente, verificando montos, carteras de origen/destino y estado de liquidación. Por el contrario, en SWIFT la información de seguimiento es limitada a las partes involucradas y no hay un “explorador” de transacciones. La opacidad del sistema tradicional puede ocasionar pagos perdidos o difícil conciliación, algo que la transparencia blockchain mitiga.

 

  • Intermediarios y liquidez: SWIFT depende de una red de bancos corresponsales; cada eslabón mantiene cuentas prefinanciadas (nostro/vostro) en diversas divisas, inmovilizando enorme capital para facilitar la conversión de monedas. RippleNet con ODL elimina esa fricción al usar XRP como puente neutral: una entidad convierte moneda local a XRP y, segundos después, otra entidad convierte ese XRP a la moneda destino. De esta forma, los bancos ya no necesitan mantener grandes reservas o saldos ociosos en distintas jurisdicciones, liberando liquidez y reduciendo costos de capital. Stellar, por su parte, facilita la emisión de stablecoins (p. ej. dólares tokenizados) que se canjean en su red, logrando efecto similar de puente de liquidez pero con activos de valor estable.

 

En resumen, la ventaja técnica de estas criptomonedas sobre SWIFT se refleja en pagos más rápidos, baratos y rastreables“La velocidad, el bajo costo y la transparencia que ofrece XRP son innegables, en marcado contraste con la lentitud, los altos costos y la opacidad de SWIFT”. No obstante, vale aclarar que SWIFT posee fortalezas forjadas por décadas – una red institucional enorme, estatus regulatorio claro y la confianza acumulada de bancos centrales y comerciales. A corto y mediano plazo veremos coexistencia más que sustitución total: SWIFT ha mejorado su servicio con iniciativas como GPI (pagos globales instantáneos) para acortar tiempos y ofrecer trazabilidad dentro de su red, mientras tecnologías tipo Ripple tienden a integrarse en nichos específicos (remesas de bajo monto, pagos en mercados emergentes donde SWIFT es menos eficiente). En definitiva, las criptomonedas ISO 20022 están empujando a la banca internacional hacia una era de pagos en tiempo real, obligando al sistema tradicional a innovar para no quedar rezagado.

 

Ventajas adicionales: trazabilidad e interoperabilidad

 

Además de la velocidad y el costo, merece destacarse cómo estas soluciones aportan trazabilidad granular e interoperabilidad. Al existir un registro permanente en blockchain, se facilita el cumplimiento regulatorio: por ejemplo, es posible integrar programas automatizados de análisis para prevención de lavado de dinero o sanciones. De hecho, en 2025 la red XDC se conectó con proveedores líderes de analítica blockchain (como Elliptic) para ofrecer a instituciones financieras monitoreo de transacciones y puntuación de riesgo en tiempo real. Esto demuestra que las redes cripto pueden incorporar controles financieros tradicionales (KYC/AML) sin renunciar a la eficiencia.

 

En cuanto a interoperabilidad, muchas de estas redes son código abierto y estándar. XLM y XDC permiten emitir stablecoins o tokens respaldados por cualquier moneda o activo, que pueden circular globalmente. XRP Ledger soporta interoperabilidad multi-divisa – más de 40 monedas fiat en su ecosistema – y protocolos como Interledger (impulsado por Ripple) facilitan conectar distintas redes de pago. Un ejemplo práctico: gracias a estándares comunes, un pago podría originarse en la red de un banco (con formato ISO 20022), ser convertido a un activo puente como XRP en un exchange, y en segundos acreditarse en la red Stellar como una stablecoin USD para entrega final, todo orquestado automáticamente. Esta capacidad de integrar sistemas dispares es fundamental para un futuro financiero más conectado. En suma, las criptomonedas ISO 20022 actúan como “enlaces universales” que hablan tanto el idioma bancario como el de la economía cripto, aportando transparencia y ubicuidad a los flujos de dinero.

 

Otras aplicaciones en el sistema financiero internacional

 

Si bien los pagos transfronterizos han sido el foco inicial, XRP, XLM, XDC y redes afines están habilitando nuevas aplicaciones financieras a escala global:

 

  • Tokenización de activos y financiamiento comercial: Estas redes permiten representar activos del mundo real como tokens en una blockchain, haciendo más líquido y accesible su intercambio. En comercio internacional, por ejemplo, documentos tradicionales como facturas, letras de cambio o conocimientos de embarque pueden convertirse en tokens negociables. Ya en la américa hispana se vio a PYMEs asegurar financiamiento mediante facturas tokenizadas en XDC, vendidas a inversionistas para obtener capital inmediato. Asimismo, en Asia un banco usó un conocimiento de embarque digital en XDC como colateral de un préstamo, reduciendo dramáticamente el tiempo de aprobación. La tokenización no se limita a facturas: en la red XDC se están emitiendo fondos de inversión tokenizados en conjunto con gestoras como BlackRock y Nomura, permitiendo a inversores calificados suscribir y canjear participaciones de fondos (ej. hedge funds, fondos de crédito o mercado monetario) directamente en blockchain. Estas representaciones digitales mantienen controles de cumplimiento (solo inversores autorizados ) y aprovechan las transacciones de bajo costo de XDC para liquidar operaciones en segundos. La deuda comercial, bonos y otros instrumentos también se están probando en estas plataformas, abriendo la puerta a mercados más globales y líquidos al eliminar barreras geográficas y operativas.

 

  • Contratos inteligentes y finanzas descentralizadas (DeFi): Stellar y XDC han incorporado capacidades de contrato inteligente en sus redes, lo que expande enormemente el rango de casos de uso. En 2023 Stellar lanzó Soroban, un protocolo de smart contracts que permite crear aplicaciones DeFi sobre su blockchain. Esto posibilita préstamos colateralizados, exchanges descentralizados, seguros automáticos y otros servicios financieros programables accesibles globalmente sin intermediarios tradicionales. La diferencia aquí es que, a diferencia de DeFi en redes no reguladas, Stellar busca “supercargar” DeFi orientado a la inclusión financiera, con soporte de empresas establecidas. XDC, al ser compatible con la Máquina Virtual Ethereum (EVM), también soporta contratos inteligentes complejos. Gracias a ello, se pueden ejecutar acuerdos auto-ejecutables: por ejemplo, un smart contract en XDC podría liberar pago a un exportador automáticamente cuando IoT certifique la entrega de mercancía, o distribuir rendimientos a participantes de un fondo tokenizado de forma transparente. Estas funciones de contrato inteligente están sujetas a marcos regulatorios emergentes, pero muestran cómo las cripto redes pueden automatizar operaciones financieras reduciendo costos administrativos y riesgos de contraparte.

 

  • Medios de pago y remesas minoristas: XLM en particular se ha posicionado para pagos de bajo valor y alta frecuencia. Su diseño facilita microtransacciones con comisiones insignificantes, lo que ha llevado a desarrollos como pagos con código QR en comercios. En el sudeste asiático, se integró XDC como moneda en una plataforma de pagos móviles (AliPay local) para permitir a usuarios pagar en tiendas vía código QR, convirtiendo XDC a moneda local al instante en la caja. De forma similar, en África y la América Hispana, startups fintech emplean Stellar o RippleNet para servicios de remesas instantáneas vía app, donde inmigrantes pueden enviar dinero a casa casi en tiempo real, con costos notablemente inferiores a Western Union u otros canales tradicionales. La inclusión financiera es un objetivo central: Stellar, por ejemplo, ha apoyado la emisión de stablecoins de monedas locales (como peso argentino ARST o la naira digital) para ofrecer a comunidades con alta inflación o poca bancarización una alternativa estable y digital. Estas iniciativas demuestran que las criptomonedas ISO 20022 no solo sirven a bancos multinacionales, sino también a usuarios comunes en economías en desarrollo, conectándolos al sistema financiero global con solo un teléfono móvil.

 

  • Infraestructura de bancos centrales y monedas digitales: Más allá de los pilotos mencionados (Bután, Palau), la tecnología detrás de XRP y Stellar se contempla como base para monedas digitales de banco central (CBDC) y plataformas de pagos interbancarios. Ripple lanzó en 2023 una plataforma específica de CBDCs, ofreciendo a los bancos centrales un libro mayor privado basado en el XRP Ledger para emitir, distribuir y gestionar monedas digitales nacionales. La promesa es que dichas CBDCs puedan interoperar fácilmente con otras mediante estándares comunes, incluso utilizando XRP como vehículo neutral para intercambios entre distintas CBDCs de países diferentes. Stellar, por su parte, firmó convenios con países como Ucrania para asesorar en el desarrollo de su e-hryvnia, dada la experiencia de Stellar en emisión de activos digitales. También hay sinergias con stablecoins reguladas: USD Coin y otras monedas estables circulando en estas redes pueden ser usadas por gobiernos como complemento a sus sistemas (por ejemplo, Brasil evalúa usar stablecoins públicas para remesas). En definitiva, estas criptomonedas ISO 20022 funcionan como “laboratorios” donde se experimenta el futuro del dinero digital en múltiples frentes: pagos cotidianos, mercados de capitales tokenizados y hasta posibles dólares o euros digitales conviviendo con dinero tradicional.

 

Impacto de la “Genius Act” en la adopción institucional de cripto

 

En julio de 2025, Estados Unidos dio un paso histórico al aprobar la ley GENIUS Act (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins Act), primera legislación integral del país enfocada en regular las stablecoins. Esta normativa responde a la rápida proliferación de stablecoins – criptodivisas vinculadas a monedas fíat como el dólar – cuyo volumen de transacciones globales llegó a superar el de Visa y Mastercard combinados en 2024. A continuación, examinamos qué plantea esta ley, cómo podría facilitar la entrada de liquidez institucional al ecosistema cripto regulado, y sus implicaciones para la infraestructura financiera en EE.UU. y el mundo.

 

¿Qué propone la GENIUS Act?

 

La GENIUS Act establece un marco normativo claro a nivel federal para la emisión y operación de stablecoins de pago en EE.UU.. Sus puntos clave incluyen:

 

  • Emisores regulados: Solo podrán emitir stablecoins las entidades autorizadas como “permitted payment stablecoin issuers”. En la práctica, esto se limita a instituciones depositarias aseguradas (bancos y sus filiales) y ciertas entidades no bancarias que obtengan aprobación regulatoria especial (posiblemente Apple y otras tecnológicas). Se crea así un régimen dual: opciones federales (licencias vía la OCC o la Reserva Federal) y un régimen estatal equiparable para emisores más pequeños, siempre que el estado tenga normas similares a las federales. Esto alinea por primera vez las reglas dispersas que habían surgido en algunos estados (p. ej. la BitLicense de Nueva York) con un estándar nacional único.

 

  • 100% de reservas seguras: Cada stablecoin en circulación debe estar respaldada uno a uno por activos líquidos de alta calidad. La ley especifica que las reservas permitidas incluyen efectivo o depósitos bancarios, bonos del Tesoro de EE.UU. de corto plazo, acuerdos de recompra totalmente garantizados por Treasurys, fondos del mercado monetario gubernamentales, e incluso depósitos en el banco central. Esto garantiza que un stablecoin (ej. 1 USDC) siempre esté cubierto por $1 en activos de bajo riesgo, evitando escenarios tipo “bank run” a lo TerraUSD (las corridas bancarias). Además, se prohíbe pagar intereses sobre las stablecoins a los usuarios para que no operen como cuentas de ahorro no reguladas, y se obliga a divulgaciones mensuales de la composición de reservas auditadas por terceros. Importante: en caso de insolvencia de un emisor, la ley prioriza a los tenedores de stablecoins por encima de otros acreedores, protegiendo a los consumidores ante cualquier quiebra.

 

  • Supervisión y cumplimiento financiero: Todos los emisores de stablecoin quedan explícitamente sujetos a las leyes antilavado (Bank Secrecy Act). Deben implementar programas robustos de AML/CFT (contra lavado de dinero y financiamiento terrorista), con verificación de clientes, monitoreo de transacciones y capacidad técnica para congelar o incinerar tokens si lo exige una orden legal. FinCEN (la unidad de delitos financieros del Tesoro) emitirá guías específicas y podrá exigir reportes de actividades sospechosas adaptados a activos digitales. Esto cierra lagunas donde stablecoins operaban sin claridad regulatoria, incorporándolos al perímetro de cumplimiento como cualquier servicio financiero. Asimismo, la ley aclara que los stablecoins no son valores ni commodities (no estarán bajo SEC o CFTC) y no cuentan con seguro federal (FDIC), por lo que los emisores no pueden publicitarlos como “dinero garantizado por el gobierno”.

 

En síntesis, la GENIUS Act busca estabilizar y legitimar las stablecoins: obliga a que funcionen casi como fondos del mercado monetario altamente líquidos, bajo supervisión bancaria. Al mismo tiempo, intenta preservar la preeminencia del dólar en la era digital – al requerir reservas en dólares y Treasurys, vincula el crecimiento de las stablecoins con una mayor demanda de deuda pública de EE.UU., reforzando el papel del dólar como moneda de reserva global. No es casualidad que la Casa Blanca presentara esta ley como clave para «hacer a EE.UU. líder indiscutido en activos digitales«, equilibrando innovación con salvaguardas.

 

Puente hacia la liquidez institucional en cripto

 

Un aspecto central es cómo esta ley puede acelerar la entrada de capital institucional al ecosistema cripto regulado. Hasta ahora, grandes bancos, fondos y corporaciones mostraban cautela ante las criptomonedas debido a la incertidumbre jurídica y riesgo de contraparte. La GENIUS Act aborda directamente esas barreras:

 

  • Certidumbre jurídica: Al definir claramente qué es un stablecoin y establecer quién puede emitirlo y bajo qué condiciones, elimina el “gris” regulatorio. Stablecoins bien reguladas se asemejan a dinero electrónico fiable. Esto invita a que instituciones financieras tradicionales participen: bancos podrán emitir sus propias stablecoins (ej. JPMorgan podría lanzar una stablecoin aprobada por la OCC) o integrarlas en sus servicios, sabiendo que hay un marco legal robusto. De hecho, la ley explícitamente permite a los bancos custodiar stablecoins y reservas, usar blockchains para pagos, e incluso emitir depósitos tokenizados (depósitos bancarios en una red DLT). Esta integración banco-cripto era impensable hace unos años; con reglas en mano, empresas de tecnología financiera y bancas institucionales podrán desarrollar productos en torno a stablecoins sin temor a represalias regulatorias.

 

  • Confianza y protección para inversores: La exigencia de reservas 100% líquidas y prioridad en reembolsos brinda una seguridad similar a la de tener efectivo en mano o en un fondo gubernamental. Esto hace que grandes inversores institucionales (p.ej. gestores de fondos, tesorerías corporativas) se sientan cómodos usando stablecoins como vehículos de liquidez. Antes, custodiaban billones en efectivo o equivalentes; ahora podrían mantener parte de esos balances en stablecoins regulados para aprovechar su velocidad de transferencia sin sacrificar seguridad. Además, al no considerarse valores, las stablecoins quedan fuera de la volatilidad regulatoria que pesa sobre otras criptos, haciéndolas más atractivas como activo puente para entrar al mercado cripto. Por ejemplo, un fondo de inversión ahora podrá convertir dólares a stablecoins regulados (sabiendo que cada token tiene respaldo y auditoría) e incursionar en mercados de bonos tokenizados, préstamos DeFi regulados, etc., con la tranquilidad de que puede canjear esos tokens 1:1 a dólares en cualquier momento.

 

  • Flujo de inversión e innovación doméstica: La administración Trump resaltó que esta ley atraerá «masivas inversiones y grandes innovaciones» en EE.UU. Efectivamente, empresas de pagos, startups cripto y hasta gigantes tecnológicos (como PayPal, Visa, etc.) ahora tienen un camino para lanzar productos de moneda digital dentro del marco legal. Esto podría repatriar negocios que antes operaban offshore por falta de claridad. Más institucionales ingresando significa más liquidez en el ecosistema cripto formal – por ejemplo, un aumento en la capitalización de stablecoins de USD totalmente regulados, que ya venía en alza (28% anual) antes de la ley, facilitará mercados más profundos y menor volatilidad. La GENIUS Act también fomenta la innovación responsable: al separar stablecoins de otros activos especulativos, regula el core del sistema (los instrumentos tipo dinero), permitiendo que la experimentación con contratos inteligentes, DeFi y demás suceda alrededor de una base monetaria estable y supervisada. En otras palabras, crea un puente confiable entre el capital institucional (cauto, regulado) y las aplicaciones cripto emergentes, sirviendo de vía de entrada de fondos a proyectos legítimos.

 

  • Atracción de participación global: Vale notar que la ley prevé la posibilidad de aceptar stablecoins extranjeros en el mercado estadounidense siempre que sus jurisdicciones tengan regulaciones comparables. Esto envía un mensaje internacional: EE.UU. quiere liderar, pero también coordinar estándares con la UE, Hong Kong y otros que avanzan en regulaciones similares. En consecuencia, inversionistas globales pueden confiar en que los stablecoins en dólares serán un instrumento estable y universal, respaldado por el gobierno líder en finanzas. Es previsible que instituciones fuera de EE.UU. también incrementen su uso de stablecoins regulados (en lugar de dólares físicos o depósitos tradicionales) para comercio y reservas de valor, incrementando la liquidez mundial en torno a cripto-dólares.

 

En síntesis, la GENIUS Act elimina muchos miedos que frenaban a los grandes jugadores: al proveer reglas del juego claras, protección al consumidor y equiparación con la infraestructura financiera existente, convierte a las stablecoins en una extensión legítima del sistema monetario. Esto allana el camino para que fluyan hacia el ecosistema cripto capitales institucionales en volúmenes mucho mayores – desde bancos integrando pagos blockchain para sus clientes, hasta fondos moviendo liquidez entre bolsas cripto mediante stablecoins en lugar de canales bancarios lentos. El resultado esperado es un mercado de criptoactivos más robusto, líquido y entrelazado con las finanzas globales.

 

Implicaciones para la infraestructura financiera de EE.UU. y global

 

A nivel doméstico, la GENIUS Act podría marcar el inicio de una infraestructura financiera híbrida en EE.UU., donde las fronteras entre “dinero bancario” y “dinero cripto” se difuminan. Los pagos podrían volverse prácticamente instantáneos 24/7 incluso entre distintos bancos, usando stablecoins en lugar de las transferencias ACH o SWIFT actuales que demoran días. La Reserva Federal lanzó su servicio FedNow de pagos inmediatos, pero las stablecoins reguladas complementan esa rapidez con alcance global. De hecho, la ley refuerza la primacía del dólar: al encauzar las innovaciones cripto hacia el uso del dólar tokenizado, asegura que el dólar siga dominando las transacciones digitales internacionales. Cada stablecoin emitido implica más demanda de dólares y treasuries, fortaleciendo la posición de EE.UU. en el sistema monetario mundial. En términos de seguridad nacional, registrar emisores e imponer requisitos AML brinda herramientas para monitorear flujos en blockchain que antes estaban en la sombra, ayudando a combatir actividades ilícitas con mayor eficacia.

 

Globalmente, esta legislación pone presión para una coordinación internacional en estándares de monedas digitales. La UE con MiCA y regiones como Hong Kong ya han avanzado en reglas similares. Es posible que veamos acuerdos de reciprocidad regulatoria: stablecoins emitidos bajo marcos equivalentes (euro digital tokenizado, por ejemplo) podrían ser aceptados en EE.UU. y viceversa, creando un entramado de confianza global para transacciones con criptodivisas respaldadas. Para mercados emergentes, la disponibilidad de stablecoins en dólares plenamente respaldados y auditados puede ser beneficiosa para la inclusión financiera y como resguardo ante la volatilidad local – sin embargo, también plantea desafíos, ya que una adopción masiva del cripto-dólar podría desplazar monedas nacionales (un fenómeno de “crypto-dollarización”). Por ello, es probable que otros bancos centrales aceleren sus propias CBDCs o regulaciones de stablecoin para no perder control.

 

Finalmente, la GENIUS Act podría catalizar una actualización de la infraestructura financiera que trasciende a las criptomonedas: el simple hecho de permitir a instituciones usar blockchain como red de liquidación abre la puerta a que sistemas de pagos de alto valor, cámaras de compensación e incluso bolsas de valores exploren la tokenización de dinero y activos para lograr liquidaciones inmediatas. Imaginemos un futuro cercano donde la liquidación de una transacción bursátil ocurra en segundos mediante dólares tokenizados en vez de en T+2 días – la ley ya prepara el terreno legal para que los depósitos bancarios tokenizados y stablecoins sean aceptados como forma de pago en infraestructura mayorista. En resumen, al legitimar las stablecoins, EE.UU. está apuntalando los cimientos para un sistema financiero global más interconectado, eficiente y resiliente, donde el dinero digital fluya con la rapidez de la información, respaldado por la confianza institucional de siempre.

 

En el capítulo III nos centraremos en la digitalización del dinero (CBDC) y la interoperabilidad entre las diferentes capas del Sistema Financiero DeFi

 

Referencias: Las afirmaciones y cifras presentadas se basan en fuentes oficiales y documentación técnica, incluyendo comparativas de rendimiento entre RippleNet y SWIFT, reportes de casos de uso reales en la red XDCanuncios oficiales sobre la GENIUS Act desde la Casa Blanca el Congreso de EE.UU., así como análisis del Foro Económico Mundial sobre su impacto, entre otros. Estas fuentes brindan mayor detalle y contexto sobre cómo las criptomonedas ISO 20022 y la nueva regulación están moldeando el porvenir de las finanzas internacionales.

 

En próximo Capítulo, el Capitulo III, veremos las CBDC y las Stablecoins, la revolución de los pagos digitalizados, tanto en el comercio internacional, como en retail.

 

(*) – Las cuentas nostro y vostro son cuentas espejo que los bancos mantienen entre sí para facilitar pagos internacionales: una cuenta nostro es la que un banco tiene en el extranjero, en la moneda local de ese país (por ejemplo, un banco español con una cuenta en pesos en México), mientras que para el banco local esa misma cuenta es vostro, ya que pertenece a un banco extranjero. Este sistema permite realizar transferencias internacionales, pero obliga a mantener grandes sumas de dinero inmovilizadas en distintas monedas y países, reduciendo la eficiencia y la liquidez del sistema financiero tradicional.

 

Linkedin: Aquilino García

 

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