 Foto de familia tras la firma de la entrada de MurciaEmprende en la tecnológica
Foto de familia tras la firma de la entrada de MurciaEmprende en la tecnológica
La sociedad de capital riesgo liderada por el Instituto de Fomento MurciaEmprende ha formalizado una participación en el fabricante ‘murciano’ de chips Quantix Edge Security. La aportación de MurciaEmprende, en la que también participan Caixa, Cajamar y Banco Sabadell, ha sido de medio millón de euros.
Junto a esta SGR han entrado nueve empresarios murcianos que han vehuculado su inversión a través de TProtege, el consultor Francisco Martínez Asensio (quien fue alto directivo de ONO y consejero de Economía y Hacienda), la familia Marín Giménez, el Grupo Corporativo Fuertes, Inversaran, Pablo Planes (Inforges), Antonio Abellán Caravaca (ex de Fitosoil, ahora en Abelop), el empresario Juan García Lax, la notaria Pilar Berral y Luis Miguel García de Andrés (Nueva Cocina Mediterránea). Distintas fuentes apuntan a que la inversión conjunta de estos empresarios alcanza los diez millones de euros.
Quantix EdgeS, especializada en microelectrónica y tecnología cuántica se constituyó en septiembre como sociedad público-privada. La inversión prevista es de 40 millones de euros, de los que 19,6 millones los aporta el Estado entrando en el capital de la empresa a través de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT).
Otros dos socios internacionales son WiseKey y SealsQ.
La consejera de Empresa, Marisa López Aragón, subrayó “el carácter transformador que tiene esta inversión, capaz no sólo de generar empleo cualificado sino de contribuir, desde la vanguardia tecnológica, a un desarrollo económico resiliente”, y destacó que “se trata de un proyecto con gran potencial que encaja perfectamente en la apuesta del Gobierno regional por atraer y fidelizar industrias altamente innovadoras que nos ayuden a posicionarnos como polo tecnológico, especialmente en un sector estratégico para Europa”.
 
Quantix EdgeS se centra en tecnologías de personalización y para elementos seguros como llaves criptográficas, módulos de seguridad y certificados digitales; así como instalaciones de producción, encapsulado y testado de microchips con sala blanca. El impacto en el empleo será progresivo, alcanzando más de 250 empleos directos en los primeros ocho años de actividad. 
El proyecto empresarial centralizará parte de la cadena de valor de la microelectrónica en Murcia, reduciendo la dependencia europea de proveedores no comunitarios. Sus desarrollos estarán orientados a soluciones resistentes postcuánticas, que en 2030 serán imprescindibles en aplicaciones gubernamentales (pasaportes digitales, sistemas de defensa, control de accesos) y privadas (transacciones seguras en la nube, historiales médicos o autenticación avanzada). 
 


