José García Carrión, presidente del grupo
Con dinero fresco en la caja, el bodeguero jumillano J. García Carrión está dispuesto a ampliar sus negocios con dos empresas en venta. Se trata de la mítica Codorniú, considerada como la bodega más antigua de España, con más de 450 años de historia; y Bodegas Faustino, otro histórico del vino, originario de La Rioja Alavesa y hoy con marcas de otras denominaciones de origen como Ribera o La Mancha.
De consumarse alguna de las dos operaciones en la que está interesado, el grupo nacido en Jumilla en 1890 se consolidaría como el mayor bodeguero de Europa y ampliamente superaría a su principal rival en España, el grupo Félix Solís.
El Grupo García Carrión, con ocho sociedades dependientes si bien alguna en liquidación como una filial en Marruecos, alcanzó el año pasado unas ventas de 1.161 millones de euros un 1,66% más que en el ejercicio anterior; y un beneficio de 52,4 millones, un 14,6% más. A estos beneficios se le sumaría la liquidez que le aporta un préstamo sindicado de 211 millones de euros recién financiado.
Con esta caja sin especiales problemas financieros, el empresario de 76 años está muy pendiente del precio de venta del 68% de Codorniú en manos desde hace siete años del fondo de inversión norteamericano Carlyle, grupo que también en España participa en Cepsa, Garnica, Jeanologia y la tecnológica Seidor.
Según informa hoy el periódico El Economista, Carlyle anunció a principio de año su intención de desinvertir en Codorniú y para ello ha contratado como asesores a Morgan Stanley y el Banco Santander. El precio inicial de venta estaría por encima de los 700 millones de euros, según El Economista, que también plantea que Carlye estudia trocear el grupo Codorniú y vender activos como Bodegas Bilbaínas o las bodegas de Napa Valley, estas en California. También dispone de viñedos y bodegas en Argentina.
En cuanto Bodegas Faustino, su familia propietaria, Martínez-Zabala, ha contratado al banco de inversión Rothschild para que busque posibles interesados. Este grupo tuvo el año pasado unas ventas próximas a los 240 millones con su conglomerado de empresas que elaboran vinos y cavas (Bodegas Campillo, Marqués de Vitoria, Bodegas Leganza, Bodegas Valcarlos y Bodegas Portía).



