
A falta de mes y medio para la finalización del año ya comienzan a apuntarse los datos macroeconómicos que se reflejarán en el análisis del ejercicio económico. Uno de ellos es el del consumo privado, que a juicio de los analistas del centro de estudios del BBVA crecerá un 3,3% en 2025, dos décimas más que en 2024, para frenarse ligeramente en 2026 con un aumento del 2,5% en 2026 impulsado por el avance previsto de la renta disponible y la riqueza de los hogares. Los bienes duraderos y los servicios seguirán liderando el aumento del consumo.
Entre los factores que favorecen este aumento del consumo se encuentran la creación de empleo, la subida de los salarios y las pensiones y una inflación contenida. Todo ello seguirá impulsando el avance de la renta disponible real de los hogares.
Asimismo, aunque en menor medida, influirá la revalorización esperada de los activos financieros, el endeudamiento moderado de los hogares, unos costes de financiación reducidos y el incremento de los precios de la vivienda contribuirán al aumento de su riqueza, tanto financiera neta como inmobiliaria (6,6 %).
Uno de los aspectos que evidencian el aumento del consumo es la compra de bienes duraderos; y de ellos el automóvil es uno de los principales referentes.
En BBVA Research recuerdan que entre enero y octubre de este año se han matriculado 951.516 turismos, un 14,9% más que en el mismo periodo de 2024, aunque aún un 10,2% por debajo de 2019, el año anterior a la pandemia.
Dado el comportamiento de las ventas hasta octubre y la evolución prevista de sus determinantes, las matriculaciones de turismos podrían alcanzar 1.150.000 unidades en 2025 y superar 1.200.000 en 2026.
España sorprende porque se sitúa entre los países europeos con mayor crecimiento de ventas, junto con Lituania y Letonia. En el conjunto de la UE, las ventas apenas aumentaron un 0,9% interanual hasta septiembre.
Estos analistas inciden en que la probabilidad de adquirir un turismo aumenta con el tamaño del hogar, la renta, el número de perceptores y la diversificación de ingresos, así como con el patrimonio inmobiliario. Es mayor entre los hogares con menores a cargo y los propietarios de su vivienda principal: un perfil acomodado con responsabilidades familiares. Y otra característica es que si bien en 2019, el comprador tipo era un hombre, entre 35 y 44 años, con nacionalidad extranjera, casado, con educación secundaria y ocupado; en 2024, el perfil se rejuvenece y la propensión a comprar de los sustentadores menores de 35 años cae comparativamente menos debido a que solo se emancipan los jóvenes más acomodados.


