
La exportación española de frutas y hortalizas frescas a la República Popular China ha caído fuertemente este año. En concreto, hasta agosto en comparación con los mismos meses de 2024, el descenso ha sido de un 63% en volumen y en valor, totalizando 1.380 toneladas y 2,3 millones de euros respectivamente, representando este mercado el 0,02% de la exportación total española. En los últimos cinco años los envíos han descendido un 58%.
Prácticamente coincidiendo con la visita de Estado del Rey Felipe VI a China, acompañado de tres ministros y una delegación de empresas, se han ofrecido los datos de cómo esta retracción de la exportación española de frutas y hortalizas frescas a China en 2025 sigue la tendencia a la baja de años anteriores. En 2024, las ventas se situaron en 3.870 toneladas, un 9% menos que en 2023, año en el que a su vez se produjo un retroceso respecto a 2022 del 17%, según datos del ministerio de Hacienda procesados por la patronal de los productores y exportadores, Fepex.
En los últimos cinco años, de 2020 a 2024, las ventas hortofrutícolas a China han pasado de 9.427 a 3.870 toneladas, un 58% menos, debido en gran parte al retroceso de la naranja que ha sido el producto más exportado a la República Popular, descendiendo de 8.469 toneladas en 2020 a 3.639 toneladas en 2024, un 57% menos.
Tras la naranja, la ciruela y la mandarina han sido los productos de la categoría más vendidos en China, aunque también han retrocedido. Los envíos de ciruela han pasado de 279 toneladas en 2020 a 185 toneladas en 2024, un 34% menos, y las de mandarina han bajado de 340 toneladas en 2020 a 22 toneladas en 2024, un 93% menos.
El caquí que pudo empezar a exportarse en 2023, después de aprobado el protocolo necesario, también ha mostrado un descenso de los envíos, de 48 toneladas en 2023 a 16 toneladas en 2024.
La uva, que también cuenta con protocolo de exportación, se exportó sólo en 2020 y 2021 con 44 y 43 toneladas respectivamente.
Las estadísticas de la exportación hortofrutícola a China muestran la dificultad de los productores españoles y comunitarios para acceder y consolidar las ventas en mercados no europeos, debido en gran medida a políticas proteccionistas, según Fepex. En el caso de China, cada Estado miembro tiene que llevar a cabo una negociación bilateral con el país asiático para establecer un convenio fitosanitario que le permita exportar. La finalización de estos protocolos, además, conlleva años de negociaciones y se debe hacer de forma unitaria para cada producto, ya que China no permite el acuerdo para un grupo de productos a la vez.


