¿Hacia dónde va la hotelería murciana en 2026?

Para quienes trabajamos en la industria turística, 2025 está marcando un punto de inflexión para la hotelería de la ciudad de Murcia. Por primera vez en muchos años, los niveles de ocupación y precio comienzan a situarse en rangos acordes a lo que cabe esperar de la séptima ciudad de España.

Los datos hablan por sí solos. Agosto cerró por encima del 60% de ocupación y con precios medios superiores a los 60 euros, un escenario que no se registraba desde 2006. Pero limitar este análisis a un solo mes sería injusto. El conjunto de 2025 está dejando cifras récord y rompiendo barreras simbólicas como el 70% de ocupación anual o los 70 euros de precio medio.

Es cierto que parte de esta demanda responde a un contexto general del turismo nacional, con destinos tradicionales tensionados en ocupación y precios. Sin embargo, Murcia está sabiendo aprovechar esa coyuntura y, paso a paso, va ganando visibilidad en el mercado nacional como un destino urbano atractivo, competitivo y todavía accesible.

La mejora de la conectividad ferroviaria, especialmente con la llegada y consolidación de la alta velocidad ‘low cost’, ha tenido un impacto claro en el comportamiento de los fines de semana y ha contribuido a situar a la ciudad en el mapa de escapadas urbanas. A ello se suma una agenda constante de congresos, eventos deportivos y festivales, así como un creciente reconocimiento gastronómico que mantiene a Murcia en el foco informativo durante buena parte del año.

El 1200 aniversario de la ciudad quizá no ha tenido la proyección nacional que muchos esperábamos, pero sí ha despertado el interés de visitantes locales y nacionales, contribuyendo a reforzar esta tendencia positiva. Todo ello confirma que Murcia ha estado presente en la conversación turística de 2025.

La gran pregunta que se plantea ahora el sector es si este comportamiento será estructural o coyuntural. En hotelería, más allá de los picos puntuales, lo verdaderamente relevante es la consistencia. Para consolidar este momento es imprescindible avanzar hacia un modelo de cogobernanza eficiente, basado en una colaboración real entre administraciones y sector privado, con presupuestos turísticos acordes a los objetivos que se persiguen.

El sector se prepara además para una nueva etapa, con hitos como la apertura del primer hotel de cinco estrellas de la ciudad, de la mano del grupo Barceló, que supondrá un salto cualitativo para la planta hotelera murciana y un nuevo atractivo para captar demanda de mayor valor añadido.

En resumen, Murcia está en el buen camino para consolidarse como una plaza hotelera de referencia. El reto ahora es no perder el impulso, anticiparse a los cambios y seguir trabajando con una visión compartida para construir un futuro turístico sólido, equilibrado y sostenible.

Linkedin: Felipe Saldaña Durán