
La patronal española de la producción y la exportación de frutas y hortalizas, Fepex, analiza hoy en Sevilla, la evolución del comercio exterior hortofrutícola, que en los últimos cinco años ha mostrado un descenso de los volúmenes exportados del 17% y un incremento de las importaciones del 28%. La Federación aprobará la hoja de ruta para 2024.
La Asamblea está compuesta por representantes de las 30 asociaciones integradas, entre las que se encuentra la murciana Proexport, agrupadas en cuatro sectores de actividad: la producción y exportación de frutas y hortalizas sector mayoritario en la Federación, frutas y hortalizas preparadas, patata y flores y plantas vivas.
Con relación al comercio exterior de frutas y hortalizas frescas preocupa el descenso de los volúmenes exportados en los últimos años. En 2023, descendieron un 6% respecto a 2022, situándose en 11,2 millones de toneladas. En 2022 retrocedieron un 8% respecto a 2021; en 2021 bajaron un 1% y en 2020 un 4%. En los últimos cinco años, el volumen vendido al exterior de frutas y hortalizas ha caído un 17%.
Por el contrario, la importación mantiene una tendencia al alza, con un crecimiento del 7% en 2023, totalizando 4,1 millones de toneladas. En los últimos 5 años la importación española de frutas y hortalizas frescas ha crecido un 28% en volumen.
El valor ha mejorado para las exportaciones, con un crecimiento del 6% en 2023, totalizando 16.855 millones de euros, crecimiento que ha llegado al 19% en el caso de las importaciones, totalizando 4.473 millones de euros.
En este contexto, la hoja de ruta de Fepex para 2024 se centrará en defender un marco regulatorio de la actividad productiva y comercial acorde con las características específicas de los sectores representados, frutas y hortalizas y flores y plantas vivas.
Se centrará también en la defensa del mercado único europeo y la preferencia comunitaria y, en tercer lugar, se focalizará entre las principales líneas de actuación, en reivindicar el cumplimiento del principio de reciprocidad en la política comercial, para que las producciones comunitarias no se vean perjudicadas por la creciente normativa exigida en la UE en el ámbito medioambiental, laboral, social…no exigida en países terceros.