
La aseguradora Línea Directa entró el año pasado en 'números rojos', con unas pérdidas de 4,4 millones de euros. La compañía lo atribuye al impacto de la inflación en los costes por accidentes -especialmente de automóvil- y el baremo de lesiones. Un año antes, en 2022, la empresa firmó un beneficio de 63 millones.
Según ha informado hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, los ingresos por las primas de los 3,3 millones de pólizas suscritas aumentaron en el ejercicio un 2,8% respecto a 2022 y alcanzaron los 973,3 millones de euros, con un crecimiento de la facturación en todas las líneas de negocio: Motor, Hogar y Salud.
Las cuentas de Línea Directa comenzaron a mejorar en la segunda mitad del año con una recuperación de los márgenes y la vuelta a los beneficios en los dos últimos trimestres estancos. De hecho, julio a diciembre la aseguradora tuvo un beneficio acumulado de 10,7 millones.