Lunes, 27 de Octubre de 2025
Diario de Economía de la Región de Murcia
OPINIÓNNavegar en aguas revueltas: del ‘fucking goal’ de Bellingham y los emprendedores
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José Antonio Onsurbe

Navegar en aguas revueltas: del ‘fucking goal’ de Bellingham y los emprendedores

 

El mundo necesita de vuestra locura. Ideas que parecen imposibles, tenacidad inquebrantable, y capacidad de reírse mientras se conquistan montañas y surcan mares embravecidos

 

 

Reivindicaba el bueno de Jude (Bellingham), ante un impasible colegiado, la validez de su gol en el último suspiro del partido… antes de descubrir con asombro e incredulidad que la vehemencia de su legítima reivindicación no solo no sería atendida, sino que sería castigada con tarjeta roja.

 

Muchos emprendedores experimentan lo que Belingham en ese instante: preparación, sacrificio, talento, oportunidad y… fracaso; has dado todo y bien, pero un mar embravecido no te deja alcanzar la costa del éxito.

 

Iniciar el viaje emprendedor es como lanzarse en paracaídas portando una mochila llena de ilusiones y guiados quizás únicamente por los consejos de supuestos gurús de Internet. Este camino, elegido por los audaces y a veces tildados de insensatos, es un desafío constante en el vasto e incierto mar del mercado, armados solo con una idea brillante y un optimismo temerario. Bienvenidos a esta montaña rusa empresarial, donde se experimentan fuertes emociones, en un mundo donde la certeza brilla por su ausencia y el fracaso es tan habitual como los consejos no solicitados.

 

La aventura comienza con una chispa de genialidad, acompañada de la ilusión de convertirse en el nuevo icono del emprendimiento. No obstante, esta etapa inicial pronto enfrenta su primera gran prueba: la batalla contra la burocracia y la complejidad de asegurar financiación, una tarea tan abstracta y desafiante como convencer a inversores o partners de apostar por un canvas en blanco.

 

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Pronto llega el 'Valle de Lágrimas', ese punto de inflexión donde las expectativas chocan dolorosamente con la realidad. Aquí, términos como 'tracción', 'PMV' o 'pivotar' adquieren un nuevo significado, lejos del confort de la teoría y las proyecciones. Es un momento crítico, que provoca la reflexión sobre el camino emprendido, y donde la resiliencia y la flexibilidad se convierten en virtudes indispensables.

 

No obstante, es en la adversidad donde se gesta la verdadera transformación, ¿verdad?. A través de la persistencia y el aprendizaje del error, se ajusta el rumbo. Esta fase de ajuste es crucial; es el momento en que, tras numerosos intentos y fracasos, se logra alinear la propuesta con las necesidades y deseos del mercado, haciendo brotar los primeros signos de reconocimiento y éxito.

 

El renacimiento de un emprendedor a partir de los fracasos previos, es comparado con el mito del fénix. Los errores del pasado se convierten en las anécdotas que adornarán futuras charlas inspiradoras, mostrando que cada obstáculo superado añade valor a su historia personal y profesional. Nuevas crisis están por venir, pero la experiencia previa brinda una fortaleza única para afrontarlas.

 

Para aquellos que se atrevan a soñar, a innovar, y a tropezar innumerables veces pero estén siempre dispuestos a levantarse, el mensaje es claro: el mundo necesita de vuestra locura. Ideas que parecen imposibles, tenacidad inquebrantable, y capacidad de reírse mientras se conquistan montañas y surcan mares embravecidos.

 

Al final, ser emprendedor no va solo sobre construir empresas; va de construir vidas, comunidades y, a veces, nuevos mundos. Y eso, es un viaje que vale cada paso incierto, cada noche sin dormir y cada momento de locura.

 

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