Gana quien gobierna, pero no gobierna quien gana...

... O no suele, salvo que obtenga la mayoría absoluta. Cuestión que es muy poco frecuente en unas elecciones generales y cada vez menos en las autonómicas en el último periodo.

La cuestión de que quien no gana las elecciones pueda gobernar, y de que quien las gana pudiera no tener esa opción, descansa en algunos preceptos constitucionales, en las leyes que ordenan el régimen electoral general y en la falta, también, de propósito de cambiar esta situación. Por cierto, la norma que regula la de las catalanas es de 1977, cuando el presidente Suarez trajo a Tarradellas desde el exilio (mensaje para los lectores de mediana edad).

Los resultados de este pasado domingo en las elecciones catalanas nos permiten señalar al sistema como totalmente defectuoso de fábrica, esta vez comprometiendo una clara victoria del PSC.

Del mismo modo que resultó totalmente desconcertante –salvo para los que hacen de la aritmética parlamentaria su sudoku particular- el que el PP, con 137 escaños; 48 más que en la anterior consulta; 8.160.000 votos, y ganando en cuarenta de las provincias españolas, se quedara en la oposición. Hablamos de las últimas Generales.

Estamos basando todo el sistema de participación democrática en una suerte de algebra de modo que, si salen los números, el asunto es aseado.  Y si no salen, se arregla.

Pero es que esto no está respaldado por los votos de la gente. Lo expreso en términos de votos a partidos, no de legitimidad…. -, porque todo el abanico de partidos que rodean, que auparon, lo que hoy hay van recibiendo leñazo tras leñazo. Ha tardado, pero tenía que llegar.

Lo que no termino de entender es, por mucho que me lo expliquen y aun sabiendo de que va…porqué.

No gobierna el que gana, normalmente.

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