Martes, 09 de Septiembre de 2025
Diario de Economía de la Región de Murcia
OPINIÓN“Vas a fracasar, y lo sabes”
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José Antonio Onsurbe

“Vas a fracasar, y lo sabes”

Ser emprendedor es un viaje apasionante, lleno de expectativas y promesas de éxito

 

Cuando una idea parece lo suficientemente buena, es fácil pensar que el éxito está asegurado. Pero aquí está la verdad incómoda: la mayoría de las startups están destinadas al fracaso y las estadísticas así lo demuestran. Pero espera, no me creas un agorero, sigue leyendo.

 

La cuestión no es solo si la idea es buena, sino si puedes evitar los errores que hunden la mayoría de los emprendimientos. No importa cuánto esfuerzo pongas, cuánta pasión le dediques, si no anticipas los obstáculos más comunes, las probabilidades estarán en tu contra.

 

Te propongo que, a lo largo de varios artículos -prometo no dilatar sus publicaciones- vayamos desgranando los errores más frecuentes que conducen al fracaso de las startups. Porque, aunque el fracaso sea parte del juego, identificar las trampas más habituales puede ser la clave para que, al menos tú, no caigas en ellas.

 

Primer error: Creer que mi idea es válida sin que lo diga el mercado.

 

Seguramente yo también haya cometido este y todos los demás errores a lo largo de mi vida. Es posible que el emprendedor se 'enamore' de su idea, de su solución para un hipotético problema, su propuesta para cubrir una necesidad o deseo de clientes potenciales -los tres motivos por los que cualquiera adquiere un producto o servicio-; pero ya sabemos que 'el amor es ciego' y nos lanzamos adelante consumiendo recursos sin previamente preguntar al mercado y validar la idea.

 

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Así que, considera que el producto más valioso no es el que a ti te parece mejor, sino el que los clientes realmente necesitan y están dispuestos a pagar por él. Asegúrate de validar tu idea antes de ir a fondo. Escucha más y ajusta lo que sea necesario. Utiliza estudios de mercado, pruebas y prototipos e iteración basada en datos.

 

Segundo error: Falta de modelo de negocio sostenible

 

Cuando empecé, estaba tan concentrado en desarrollar mi producto que no pensé demasiado en cómo iba a ganar dinero con él a largo plazo. Me parecía que si construía algo lo suficientemente bueno, los ingresos llegarían por sí solos. Pero eso no pasó. Pronto me di cuenta de que sin un modelo de negocio claro, es imposible sostenerse en el tiempo, por más brillante que sea la idea.

 

Puede que nos enfoquemos e invirtamos toda nuestra energía en el desarrollo del producto, en la tecnología, en las prestaciones… pensando que los clientes aparecerán mágicamente, sin pensar en cómo vamos a generar ingresos de forma constante. Pensar en conseguir usuarios y que después ya encontraremos la manera de ganar dinero, eso simplemente no es viable.

 

Ten presente, los ingresos son tan importantes como la idea, tener un buen producto no es suficiente si no tienes claro cómo vas a generar ingresos de forma recurrente, hay que trabajar en un modelo de negocio que funcione y se pueda escalar a largo plazo.

 

Everpix ofrecía un excelente servicio de almacenamiento de fotos en la nube, pero no logró generar ingresos suficientes. Confiaron demasiado en su modelo freemium y no pudieron cubrir los altos costos operativos. A pesar de tener usuarios leales, cerraron por falta de monetización.

 

Friendster fue una de las primeras redes sociales populares, pero su falta de un modelo de monetización claro le impidió generar ingresos. Aunque tuvo muchos usuarios, no pudo competir con plataformas que sí lograron convertir su crecimiento en ingresos como FaceBook, y eventualmente desapareció.

 

Tercer error: Escalar demasiado rápido

 

Al principio, puede que todo parezca ir bien, incluso genial. El producto funciona y hay interés en el mercado. Naturalmente, pensamos que hay que crecer lo más rápido posible, nos lanzamos a contratar más personal, aumentamos la producción y nos expandimos a otros mercados. Pero ese crecimiento acelerado no tiene una base sólida. Muy pronto, los costos crecen más rápido que los ingresos, y un coste de estructura mayor y operaciones más complejas se vuelve insostenible.

 

Crecer demasiado rápido puede ser tan peligroso como no crecer. Podemos 'venirnos arriba' y querer crecer todo lo rápido posible. Sin embargo, escalar sin una planificación adecuada es como construir sobre cimientos inestables: tarde o temprano se derrumba.

 

Quizás debiésemos crecer sí, pero de forma controlada. Las prisa son malas consejeras y la paciencia, una cualidad escasa.

 

Zinkia alcanzó gran éxito con la creación de Pocoyó, un personaje que se convirtió en un fenómeno mundial. Sin embargo, al intentar expandirse internacionalmente y diversificar sus productos demasiado rápido, la compañía se encontró con grandes dificultades financieras. La inversión en nuevos proyectos, sumada a la expansión internacional, acabó sobrepasando su capacidad financiera. Zinkia tuvo que entrar en concurso de acreedores en varias ocasiones debido a la deuda acumulada por el rápido crecimiento y la falta de una estrategia sólida para sostener esa expansión.

 

Estos son los primeros tres errores que de forma reiterada cometemos los emprendedores, errores que dan al traste con proyectos ilusionantes y en ocasiones sumen a sus promotores en la frustración, pero como ya sabes, no hay fracaso sino aprendizaje. Keep going y … “Patience you must have, my young Padawan”.

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