Liderar para ganar
“Soy tan egoísta que quiero que le vaya muy bien a los demás para que me vaya muy bien a mí”. Esta frase puede parecer provocadora, pero encierra una de las grandes verdades del liderazgo moderno: liderar con propósito no es solo un acto altruista, es una estrategia inteligente.
El 43 % de los empleados españoles considera que su empresa carece de un liderazgo claro, según un estudio de ESADE. Y no se trata solo de una percepción: la falta de dirección y visión tiene consecuencias reales en la motivación, el compromiso y, finalmente, en la productividad.
Vivimos tiempos en los que todo cambia rápido: la tecnología, el mercado, los valores sociales. Pero hay algo que sigue marcando la diferencia entre unas empresas y otras: las personas que las lideran. Y más aún, cómo lideran.
La era del jefe autoritario, experto en procesos pero desconectado de su equipo, está llegando a su fin. Hoy, la rentabilidad está cada vez más ligada a la capacidad de inspirar, conectar y multiplicar el talento de otros.
Ya no se trata de tener todas las respuestas. El liderazgo con propósito se basa en algo mucho más valioso: hacer las preguntas adecuadas y construir un entorno en el que cada persona pueda brillar.
Un estudio de McKinsey & Company lo confirma: los equipos dirigidos por líderes inspiradores son un 25% más productivos y reportan un 75 % más de engagement. ¿Por qué? Porque sienten que su trabajo tiene sentido.
Y el propósito no es solo una frase en la pared o en la web corporativa. Es una guía para tomar decisiones, una brújula ética que orienta a la organización incluso en tiempos de incertidumbre. Es el pegamento emocional que une al equipo.
Hay quien aún cree que hablar de propósito, felicidad o sostenibilidad es algo “blando”, ajeno al negocio. Pero los datos dicen otra cosa.
El Instituto Gallup ha demostrado que las empresas con culturas organizativas sólidas, centradas en las personas y lideradas con valores claros, superan en beneficios hasta en un 22% a sus competidores.
En otras palabras: liderar con propósito no es una moda, es un factor de competitividad.
Te dejo tres claves prácticas para liderar con propósito hoy:
1. Comunica para conectar, no solo para informar
Los líderes con impacto no solo informan del qué, sino que explican el por qué. Compartir el propósito de la organización de forma clara, constante y emocionalmente significativa convierte a los equipos en aliados, no solo en ejecutores.
2. Escucha activamente (y actúa en consecuencia)
La escucha no es una técnica, es una actitud. Preguntar, observar y tomar decisiones en base a las inquietudes del equipo genera confianza. Y la confianza es la moneda más valiosa en cualquier entorno profesional.
3. Reconoce, incluso en lo cotidiano
Reconocer no siempre es premiar con grandes incentivos. A veces basta un “gracias” a tiempo, un “confío en ti”, o un “lo hiciste muy bien”. Los pequeños gestos crean culturas grandes.
La gran pregunta no es si estás liderando, sino cómo lo estás haciendo. ¿Desde la prisa, el control y la desconfianza? ¿O desde el sentido, la visión y el impacto a largo plazo?
Porque como decía Peter Drucker:
“La gestión es hacer las cosas bien. El liderazgo es hacer lo correcto”.
Y hacer lo correcto hoy implica entender que el rendimiento no nace del miedo, sino de la inspiración.
No se trata de correr más, sino de pensar mejor. De dejar huella, no solo resultados.
De liderar para ganar, sí. Pero ganar juntos
Linkedin: Lucio Fernández