Viví la vida que quise
Hace unos días leía 'Sawubona', un magnífico libro de Cipri Quintas, una frase que decía algo así: “Nacer nos hace diferentes y morir nos hace iguales”
Si lo analizas bien la frase tiene su “miga”. En pocas palabras pone de manifiesto lo que somos y qué es lo importante.
Yo añadiría algo para dejarla así: “Nacer nos hace diferentes, vivir únicos y morir nos hace iguales”. Entre nacer y morir hay un mundo de posibilidades que, lamentablemente, no aprovechamos como debiéramos. Algunas veces tiene que venir algo imprevisto para que nos demos cuenta de que no hemos elegido el camino correcto.
Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo: "-Me han dicho que tú eres sabio…. Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance de las demás personas."
El anciano le contestó:-" Cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo."
- "Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio", le contestó el hombre, sorprendido.
- "Yo no lo creo así", le replicó el anciano. "Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que podrás tener al levantarte. Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar. El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida."
Lo importante no es el pasado ni el futuro, lo importante es el presente.
Pero esta reflexión no sólo se puede aplicar a la vida personal, también tiene su aplicación en la vida profesional.
Los que nos dedicamos a esto de gestionar personas vemos, casi a diario, que hay organizaciones, directivos, managers, mandos intermedios que se posicionan continuamente en el pasado, sobre todo para justificarse de alguna decisión no adecuada o en el futuro proyectando situaciones imposibles.
Hablamos de Inteligencia Artificial, de Big Data, de Employer Branding, Upskilling & Reskilling, Onboarding, Workflows, … cosa que está bien, muy bien. Son tendencias que debemos tener presentes para poder diseñar el futuro y conseguir los objetivos que nos marcamos.
Sin embargo, parece que se nos ha olvidado lo básico. Los empleados aunque parezca mentira siguen siendo empleados, personas con sus necesidades, con sus preocupaciones, con sus ambiciones y con su talento.
El hecho de seguir siendo personas hace que debamos también trabajar los básicos. El ser humano ha evolucionado muy poco en los últimos 2000 años.
Hay que escuchar, dialogar, empatizar, ser sincero, honesto, justo, equitativo, coherente, ético, entender las necesidades de cada uno y, sobre todo, confiar.
Andy Stalman, uno de los referentes mundiales en temas de branding, ya lo dice claramente “el riesgo no es que los robots se conviertan en seres humanos, sino que los seres humanos se conviertan en robots”.
Trabajemos el futuro, aprendamos del pasado pero, sobre todo, vivamos el presente.
Como me dijo un día mi gran amigo Diego Lozano “cuando sea mayor y esté en mi mecedora me gustaría pensar que viví la vida que quise”