
El Consejo Económico y Social de la Región ha publicado hoy sus indicadores de coyuntura económica y empresarial correspondiente a diciembre. En el documento, se da por válida que la expansión productiva y laboral en España se extiende a la Región de Murcia, principalmente por la contribución de la agricultura, sector sobre el que los indicadores apuntan el crecimiento de las producciones agrícolas, sostenido en las principales variedades hortícolas y en los frutales no cítricos, aunque las de secano se siguen resintiendo de la sequía, al que se une el subsector ganadero por el aumento de los sacrificios en porcino, pues se retraen en las otras especies relevantes.
En este sentido, también destacan que los indicadores laborales corroboran el incremento en volumen de la actividad y a la subida de la renta agraria.
También valoran que la industria despunta de forma relevante, sobre todo en comparación con el flojo ejercicio precedente; y en esta ocasión comprueban que se está revelando “cierta pujanza” en esta actividad.
Los miembros del CES son menos optimistas con la construcción, “que tiende a estacionarse”. Detectan que el empleo en este sector “experimenta un significativo debilitamiento según la EPA, mientras que la afiliación laboral crece, si bien ralentizada”, y también aprecian que flojean los indicadores de producción.
Señalan que continúa a la baja la licitación de obra pública, mientras que la edificación residencial, con una trayectoria oscilante, “trasluce un nuevo receso anual en la cifra de viviendas iniciadas, en contraste con el dinamismo en la recuperación de la compraventa de viviendas. Repuntan levemente los costes de producción, sobre todo por la mano de obra, ya que el del consumo de materiales permanece estable”.
En lo referente al sector servicios, en el informe se destaca que los indicadores de coyuntura denotan una expansión robusta. El empleo, en un periodo estacionalmente favorable, consolida su progresión. “Las cifras de actividad productiva en general también transmiten esta sensación. Esto se percibe en cuanto a la evolución de los servicios de mercado en su conjunto, así como, de forma más desglosada, en la ocupación hotelera -menos evidente en la extrahotelera-, en cierta medida en el comercio minorista -su impulso actual no permite aún compensar el deterioro de ejercicios anteriores- y en el transporte de mercancías por carretera.