
De cumplirse estrictamente los plazos que marca la Ley Concursal y la prórroga concedida por el titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Murcia, la empresa molinense Soltec tiene hasta el próximo miércoles 26 de marzo para lograr un acuerdo con la banca y salir del conocido como preconcurso de acreedores. De no alcanzarlo, la empresa estaría obligada a presentar un concurso voluntario para evitar el necesario que podrían declararle los acreedores.
En una información privilegiada remitida esta sábado a sus accionistas a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el consejero delegado de la empresa de renovables, Mariano Berges, informa que continúan negociando con los acreedores financieros distintas alternativas, que pasarían por una novación de la línea de avales o la emisión de una nueva “que permita disponer de los instrumentos necesarios para la continuidad de su actividad”. O, dicho de otra manera, disponer de liquidez para mantener el negocio. Y ello sin cerrar la puerta a futuras negociaciones que podrían plantear “nuevos inversores”.
Terceros agentes
Estos “nuevos inversores”, reconoce Soltec, serían firmas y fondos de capital que han mostrado interés por hacerse con todo o parte de la compañía con sede en Molina de Segura.
En la información remitida a los accionistas admiten que han recibido ofertas “no vinculantes” de algunos inversores, con algunos de los cuales ya se han abierto negociaciones. Se trataría de los que han presentado las “ofertas más interesantes”. Con éstos se están revisando “determinados aspectos de la sociedad y su grupo (due diligence) y de negociación de detalle de los términos y condiciones de la inversión propuesta”.
Que se haya llegado a la ‘diligencia debida’ (due diligence) significa que las ofertas no son una mera consulta sobre el estado de Soltec y sus cuentas.
Las cuentas del año 2024, el 31 de mayo
Respecto a la situación de las ‘cuentas’, Soltec también ha informado a los mercados que la información financiera del ejercicio 2024 no está cerrada y confía y poder publicarla el próximo 31 de mayo.
Berges explica que este retraso se debe a la tardanza en publicar la información financiera del primer semestre de 2024, que no se hizo efectiva hasta el pasado 27 de febrero. En ella se reconocían unas pérdidas hasta el 30 de junio de 126 millones de euros, multiplicando casi por nueve las registradas en el primer semestre de 2023, y unas deudas cercanas a los 523 millones de euros, 26,7 millones menos que a 31 de diciembre de 2023.
Las ventas hasta el 30 de junio de 2024 alcanzaron los 236,5 millones, casi un 30% más que en el mismo periodo del año anterior.