Lágrimas
A lo largo de mi larga estancia en España, he recibido muchas llamadas de gente de diferentes países preguntando si les puedo arreglar un asunto. Este tipo de llamada suele empezar con "hemos comprado" y terminar con lágrimas.
Los neerlandeses, sobre todo, se arman de valor, y compran parcelas en lugares idílicos con vistas estupendas, con el beneplácito entusiasta del agente inmobiliario, quien le ha asegurado que conoce al concejal, y que se puede construir. Es una ganga, tiene un precio regalado, la oportunidad única. En ningún sitio pone que está dentro de un LIC o una ZEPA.
Claro, mi feliz compatriota norteño, quizá alterado por las endorfinas que le proporcionan el sol del sur, no tiene la más mínima idea de qué es una ZEPA (Zona de Especial Protección para las aves), y si se lo explican, piensa que eso en España no se lleva. Porque España no es como el norte, aquí todavía se pueden hacer cosas.
El otro día me llama una mujer neerlandesa por teléfono. Ha encontrado a mi despacho de arquitectura porque estamos muy bien posicionado en los buscadores más comunes, y nuestra web la tenemos traducido al holandés. La gente de Utrecht y La Haya buscan a los suyos.
Me dice “hemos comprado un bajo comercial en el Pilar de la Horadada, y tenemos problemas con la licencia”. Averiguo estupefacto que han pagado una cantidad considerable de dinero para traspasar un negocio que existía en el bajo, pero que es imposible conseguir licencia para la actividad nueva sin cumplir primero con unas condiciones tortuosas y contradictorias. Le digo que tenía que haberme llamado antes de hacer nada y le paso ipso facto con un abogado que conozco.
Una señora de Surinam me llama, y me dice en holandés “he comprado una parcela rústica en el interior de la provincia de Alicante y quiero construir la casa de mis sueños para mi jubilación, ¿me puedes ayudar?”. Le digo que desde luego y me manda la referencia catastral. Después de cinco minutos de búsqueda por las Normas Subsidiarias antiguas que aún son de aplicación, me doy cuenta de que necesita por lo menos 20.000 metros cuadrados y tiene 2.000. No va a poder hacer nada.
Se pone en contacto una muy simpática mujer belga para decirme que ha comprado una parcela preciosa y rústica en el interior de la provincia de Lorca, en zona de forestal protegido, y que tiene pensado colocar unos módulos prefabricados que le va a construir un amigo en Bélgica. Le digo que adelante, pero que un arquitecto colegiado en Murcia poco puede hacer para hacer cumplir su sueño. Y cualquier estructura que se coloque tendrá que cumplir con el Código Técnico. Le sugiero que compre una parcela urbana, pero claro, quiere lo imposible.
Hay muchos más. La gente se cree que esto es aún el 'Wild West', que puedes hacer lo que te da la gana. En muchos casos, conocen al concejal, o al mismo alcalde, y les ha dicho esto y lo otro. Vienen a mí y no quieren oír malas noticias. Han comprado una parcela estupenda con vistas sobre el mar, en zona forestal de especial protección, y que tiremos para adelante. La inmobiliaria dice que ¡no hay ningún problema! Tienen un contacto que les asegura que todo irá bien.
Bueno pues a ver, les digo. Sólo vamos a saber cómo está el patio cuando presentemos el proyecto básico. Dibujamos una cosa hermosa, y lo presentamos. El informe viene del técnico municipal, no del alcalde ni del concejal, y nos remite a la legislación urbanística regional, que tiene precedencia sobre la local. Es decir, según el ayuntamiento, se puede hacer, pero según la sectorial autonómica, no. Lágrimas por todos lados.
No todos los extranjeros que nos llegan al estudio son totalmente insensatos. Hay gente que ha comprado una parcela con unas condiciones físicas y legales estupendas, compradas con la ayuda de un abogado escrupuloso. A veces hay situaciones con Costas del Estado, por ejemplo, que requieren un trabajo de investigación previo intenso, así como la ayuda de un topógrafo solvente, para conseguir lo máximo de una situación determinada. Montamos el equipo necesario para llevar estas situaciones a buen fin.
Recientemente, hemos hecho varias viviendas unifamiliares en La Manga, para gente de Países Bajos y Bélgica, bien aconsejados ellos por lo general. Importante también es que saben que no hay que buscar los huecos en la legislación, sino atenerse a ella, cumplirla a rajatabla, evitando así la reaparición innecesaria de lágrimas.
Linkedin: Ernest Berkhout