Miércoles, 10 de Septiembre de 2025
Diario de Economía de la Región de Murcia
OPINIÓN¿Una martingala invertida?
  • Buscar
Pepe Ferrer

¿Una martingala invertida?


Me queda la palabra, decía Blas de Otero, cuando nos inunda la sensación de haberlo perdido todo. Me queda la ironía y soñar y escribir disparates, pienso, cuando la desesperanza es lo único que crece por momentos. Pues soñemos entonces con disparates.

 

De pequeño, recuerdo una serie que dirigía Chicho Ibáñez Serrador, con su padre, el enigmático Narciso Ibáñez Menta, de protagonista: ¿Es usted el asesino? Cerca del final, siendo él el asesino, proponía a los prebostes de la pequeña comunidad donde se producían los asesinatos, aplicar una ‘martingala invertida’ para descubrir al responsable. No recuerdo más, pero esa expresión se me quedó grabada desde entonces. En mi corta edad ya presentía, sin apenas entender el alcance de su significado, una filigrana del lenguaje. Y desde entonces está en mi particular diccionario de expresiones y palabras, junto a zascandil, pintiparado, saltaacequias o pisacharcos. También pisaverdes.

 

Me queda la palabra y la ironía, para que no cunda más que lo terapéuticamente necesario, el sinsabor y la decepción más escéptica. Desde que nos han hecho ver que lo mejor es que la zorra cuide a las gallinas todo se ha subvertido. La impunidad como norma, como sustituto del Imperativo Categórico kantiano…obra de tal manera, etcétera, etcétera, se ha tornado una máxima fuera de lugar. El cinismo más descarado se ha impuesto como martingala invertida de las normas mínimamente morales.

 

El traje a medida que es la Ley de Amnistía de todo lo que tenga que ver con el manido Procés. Y solo lo que tenga que ver con eso. Y me resisto a pensar que nos tengamos que tragar semejante obscenidad legislativa. En el fondo yo también empiezo a forjar en la imaginación otra suerte de martingala invertida. Una válvula de escape porque no quiero creerme lo que mis ojos ven, aquello de lo que nos están haciendo testigos de piedra.

 

[Img #4264]

 

Empiezo a fantasear con la idea de que Sánchez no ha dicho su última palabra. ¿O Es que se creen en Waterloo que El Gran Simulador que a todos ha engañado, les va a dejar indemnes a ellos?. No me resisto a pensar que les permita subirse a sus barbas, cosa que no ha hecho con nadie, con nadie, más bien pienso que se guarda un comodín más que calculado en la bocamanga: Se dice por parte de gran número de doctos en la materia, que la Ley de Amnistía en proceso de aprobación, guarda resquicios más que suficientes para condenar a Puigdemont, que no se va a ir de rositas, aunque puede volver en los primeros meses del verano, sin necesidad de que se haya aprobado definitivamente y esté bajo la impugnación del PP, pongamos como ejemplo, en las altas instancias nacionales y europeas competentes.

 

Y aquí comienza la martingala invertida que sueño, y espero que esté en la mente de Sánchez: Encogerse de hombros, decir con la boca pequeña que eso no era lo que quería, pero que se pliega al imperio de la Ley, perder el apoyo de los indepes, calculadamente, convocar elecciones generales, y volverlas a ganar porque él habrá sido, en un nuevo giro de guión, el Paladín de la Honestidad…yo les prometí que traería a Puigdemont ante la Justicia, étcetera, étcetera. Una auténtica martingala invertida. El éxtasis multitudinario, el orgasmo comunal con que acaba 'El Perfume' de Patrick Süskind, se quedará corto. Ante el hastío, me queda la palabra, aunque sea soñada.

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.