El mosaico
Mientras escribo este artículo, el Consejo de la Unión Europea, reuniendo a los ministros implicados en esto de la tecnología y la digitalización, acaba de aprobar definitivamente la Ley de Inteligencia Artificial. De aplicación directa a países como España y a empresas como las nuestras. Ahí tenemos las obligaciones a cumplir, pero no ahora. Muchos meses, me temo. Unos sistemas con a los que les afecta a los 6 meses, otros a los 12, también a los 18, 24 y a los 36 meses. Algo más parecido a un calendario de adviento que a uno legislativo.
El caso es que he visto muchas leyes en tramitación y debo reconocer que ésta no es agua de Mayo que estemos esperando. Cada día hay decenas de noticas importantes sobre IA. Que si se adquieren empresas, que si se producen grandes inversiones en este ámbito, la creación de startups o nuevas herramientas que van surgiendo. Todo muy tecnológico y financiero. Sin embargo, curiosamente, el interés de la semana de cómo puede afectar la IA generativa a la sociedad, ha sido la denuncia de la famosa actriz Scarlett Johansson a la empresa OpenIA, por utilizar su voz en ChatGpt.
Igual sería interesante avanzar en las soluciones que puede aportar la inteligencia artificial. Mucho más desconocido. Y digo todo esto porque, de vez en cuando, voy sondeando a ver cómo llevamos este tema. Me gusta interesarte por cuántas Apps que utilizan Inteligencia Artificial tenemos instaladas en nuestros dispositivos móviles. Hoy la respuesta es que no llegamos a tres, en el mejor de los casos. Es, entonces, cuando me pregunto la razón de que estemos en esta situación en plena era de la IA. ¿Podría ser que estuviésemos esperando a esa famosa ley, cuyo texto es ya público, para empezar a instalar Apps?. ¿Podría ser, quizás, que no sabemos las herramientas que existen?. ¿Igual es que no tenemos problemas que solucionar?. ¿O que no nos fiamos de la IA en nuestros terminales?. Es posible que haya más opciones pero yo no termino de imaginarlas.
Pues bien, yo me atrevo a aventurarme a decir que la opción válida es la segunda. Nos descargamos, en cualquier sitio y situación, Apps para jugar, buscadores de ocio, resultados deportivos, redes sociales, mensajería, aplicaciones bancarias, para medir nuestra salud o para comprar online. Ya casi no nos caben en el móvil y nos tiramos un buen rato dando toques a la pantalla para mostrarnos el mosaico de cientos de Apps hasta encontrar la que buscamos. Y allí, en un rincón, apartada como si estuviese castigada contra la pared, nos encontramos ChatGpt. A veces le acompaña alguna otra App, como queriendo darle cariño, aunque no la usemos. Buenos amigos me hablaban muy bien de Whisper, también de OpenAI que permite transcribir audios a texto de varios idiomas y con una tasa de error muy baja para ahorrarnos tiempo. Y basada en el entrenamiento con millones de audios para que pueda transcribir con sus signos de puntuación y todo. Igual me la instalo y todo. Así ya tendría dos.