El dolor y la Ilusión

Ayer fue un día aciago para la familia de esta radio, en plena algarabía estival, el sol súbitamente se oscureció para todos nosotros. Nuestro querido amigo Paco Provencio decidió tomarse unas merecidísimas vacaciones más allá del infinito. Aunque la tristeza nos invade ahora, Paco nos deja su bonhomía y su sonrisa impresas para siempre en lo más profundo de nuestro ser.  

De este modo, llegó sin avisar, de repente, el 15 de agosto más lúgubre que recuerdo; fue nuestro compañero Fernando Abad quien me dio la noticia; me quedé sin aliento, petrificado; sin capacidad de balbucir palabra alguna coherente. A continuación, también se puso en contacto conmigo Miguel López: la familia de tertulianos se estremecía a cada instante, compartíamos en la distancia la misma inmensa amargura. Y estoy seguro de que todos rezamos al unísono por su eterno descanso.

En efecto, Paco estaba muy enfermo desde hacía algún tiempo; cada vez se hacía más difícil albergar alguna esperanza; aun así, la teníamos muchos. Ayer la perdimos definitivamente, pero sólo esa vana esperanza de su terrenal recuperación; sólo esa; porque al gran PACO PROVENCIO no lo perderemos nunca; y en esta radio su voz seguirá resonando con toda la pasión que le caracterizaba y caracteriza.

Además, ya se halla en muy buena compañía, la de nuestros amigos y tertulianos: Clemente García, Paco Pellicer, José María Falgas, Luis Espinosa, Juan Redondo, Miguel Llamas, Enrique Alcat, Isabel María Ruiz, Pepe Molina, Antonio Álvarez...  Con tan excelentísimo elenco, desde lo más alto, FRANCISCO DE ASÍS (nuestro Paco) ya está reorganizando su foro ILUSIONANDO, donde volverá a clamar con extrema clarividencia su doctrina, repleta de valores eternos.  

Esperamos mucho de ti, Paco. Seguimos ilusionados contigo; cada día más… Hoy es siempre todavía.