‘Puede que al final no fracases’
En mis dos artículos anteriores (se puede acceder a ellos al final de este texto), exploramos los errores más comunes que pueden llevar al fracaso de una startup, como no resolver un problema real, escalar demasiado rápido o ignorar el feedback del mercado; pero el emprendedor puede toparse con otros obstáculos igual de peligrosos. Hoy hablaremos de dos errores adicionales que, si no se consideran, pueden comprometer seriamente el futuro de cualquier proyecto.
A estas alturas ya compartimos que cada error también puede ser una lección poderosa que, si se aprende a tiempo, transforma una debilidad en una oportunidad real de éxito. Veamos los dos últimos 'killers'.
Error 7: Falta de adaptación al cambio
El mercado evoluciona constantemente, y lo que funciona hoy puede no ser relevante mañana. Este dinamismo es especialmente cierto y marcado en el mundo de las startups, donde la tecnología, las tendencias y las necesidades de los consumidores cambian a gran velocidad. No adaptarse a estos cambios puede convertir una idea innovadora en algo obsoleto en cuestión de meses o incluso semanas.
Cuando diriges una startup, es fácil caer en la trampa de apegarte al modelo inicial, pensando que con pequeñas mejoras será suficiente. Sin embargo, la historia está llena de empresas que se negaron a cambiar y pagaron un alto precio. La falta de flexibilidad puede ser devastadora.
Todos conocemos el caso de Blockbuster, o el de Nokia, la empresa finlandesa que dominó el mercado de teléfonos móviles durante años. Su resistencia a adoptar sistemas operativos modernos y su subestimación del auge de los smartphones la llevaron a perder su posición dominante en el mercado frente a competidores como Apple y Samsung.
En España, Tuenti es un ejemplo relevante. Esta red social, popular entre los jóvenes, no supo adaptarse al crecimiento de gigantes como Facebook. La falta de una estrategia clara y una incapacidad para diferenciarse acabaron relegándola a un segundo plano, y eventualmente tuvo que cerrar y hoy día es una marca explotada por Telefónica entre sus servicios de telefonía.
¿Pero, cómo evitarlo?
Adaptarse significa estar dispuesto a cuestionar todo, incluso las decisiones que parecían inamovibles. Esto incluye escuchar activamente las demandas del mercado y estar dispuesto a pivotar cuando sea necesario. La flexibilidad y la innovación constante son clave para mantenerse competitivo, recuerdo al profesor Castillo, de la Universidad de Monterrey, cuando 'evangelizaba' ya hace años para que las empresas inyectaran o grabaran la Innovación en su ADN. Leyendo a Tom Peters en su gran libro Re-imagina, una de sus aseveraciones se me grabó para siempre: “Si no te gusta el cambio, te gustará aún menos la irrelevancia”, ¡simplemente genial!
Error 8: Subestimar la importancia del equipo
Detrás de cada gran startup hay un equipo que hace que las cosas funcionen -hago aquí un inciso para aclarar, ya que muchos gestores parecen desconocerlo, que un equipo es mucho más que un grupo, pero no me extenderé en explicarlo-. Sin embargo, muchos emprendedores caen en la trampa de pensar que su idea es lo único importante y que el equipo puede ser secundario. Nada más lejos de la realidad. Una mala dinámica interna, conflictos o la falta de habilidades complementarias pueden desmoronar incluso las ideas más prometedoras, porque no te engañes, puedes ser un 'máquina' y hacer casi de todo, y hacerlo muy bien… pero no eres Supermán.
Cuando el equipo no funciona…
Un equipo descoordinado o mal gestionado puede convertirse en el mayor lastre de una startup, y añadiría que de cualquier organización. La falta de comunicación y roles claros puede generar caos, decisiones erróneas y pérdida de oportunidades. Aquí aparece la figura del líder y su importancia, pero de eso ya hablaremos en otro momento.
Un ejemplo ilustrador de este error es el de WeWork. La startup estadounidense, que revolucionó el mercado de espacios de trabajo compartidos, tuvo grandes problemas internos debido a un liderazgo errático por parte de su fundador, Adam Neumann. Las decisiones impulsivas, la falta de transparencia y los desacuerdos en la alta dirección llevaron a una crisis interna que afectó tanto a la moral del equipo como a la confianza de los inversores, impactando negativamente en su valoración y estabilidad.
En España, LetsBonus también se enfrentó a desafíos similares. Aunque la plataforma de comercio electrónico creció rápidamente en sus inicios, los conflictos internos y la falta de cohesión entre los miembros del equipo directivo terminaron debilitando la estrategia empresarial y conduciendo al declive de la compañía.
Construir un equipo sólido implica mucho más que contratar a los mejores talentos. Es esencial fomentar una cultura de comunicación abierta, definir roles claros y asegurarse de que todos estén alineados con la visión de la empresa… y eso no es nada fácil. Además, un equipo diverso y complementario puede aportar perspectivas únicas que impulsen la tan necesaria innovación.
Los números no mienten:
En mi primer artículo sobre los principales motivos de fracaso en el emprendimiento casi aseguraba que tú, como emprendedor, ibas a fracasar; lo hacía porque conocía los datos. Como “dato mata relato”, te comparto los números que lo dejan claro:
- En España, solo el 5% de las startups alcanzan los 5 años de vida, según el Mapa del Emprendimiento 2018, publicado por Spain Startup-South Summit.
- En Europa, la tasa de fracaso de las startups alcanza el 20,7% en el primer año y el 50,2% en los primeros cinco años (fuente: FasterCapital).
- En Estados Unidos, aunque el ecosistema emprendedor es uno de los más dinámicos, el 90% de las startups no alcanzan el éxito a largo plazo y solo el 10% logra consolidarse en su sector (fuente: Emprendedores.es)
Estas cifras pueden parecer desalentadoras, pero nada más lejos de mi pretensión, puesto que también son un recordatorio de que el éxito requiere preparación, adaptabilidad y aprendizaje constante.
Aprende del fracaso, si es de otros mejor aún, para construir tu éxito
Este es mi mensaje final, porque aunque el fracaso siempre es una posibilidad, no tiene por qué ser el final. Cada error, propio y ajeno, es una oportunidad para aprender, mejorar y crecer. Si algo hemos podido aprender en estos tres artículos es que el éxito no es cuestión de suerte, sino de preparación y resiliencia.
Son muchas las frases de grandes y pequeños emprendedores acerca del éxito y el fracaso, me quedo con estas tres:
Jeff Bezos, fundador de Amazon:
"Es mejor cometer errores porque al menos estás tomando decisiones. Cuando fracasas, aprendes".
En palabras de Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX:
"El fracaso es una opción aquí. Si las cosas no están fallando, no estás innovando lo suficiente".
Y, como afirmó Arianna Huffington, fundadora de The Huffington Post:
"El fracaso no es lo opuesto al éxito; es parte del éxito".
El camino del emprendedor nunca será fácil, pero si te tomas el tiempo necesario para reflexionar sobre estos errores y aprender de ellos, quizás al final, no fracases.