Lunes, 08 de Septiembre de 2025
Diario de Economía de la Región de Murcia
OPINIÓNImpensable
  • Buscar
Juan Luis Pedreño

Impensable

 

Resulta emocionate comprobar cómo cada semana aparecen más y más herramientas que usan inteligencia artificial para casi todo. La mayoría que llegan a nuestros móviles o tablets suelen estar basadas en Inteligencia Artificial Generativa (LLM), lo cual está haciendo evolucionar nuestros hábitos, de forma muy acelerada.

 

Aún recuerdo, hace muchos años, cuando apareció en nuestras vidas, un buscador que se llamaba Google. Una marca bastante rara de pronunciar y como muy rebuscada, para mi gusto. Pero el caso es que este buscador gratuito, de ejecución casi instantánea, de millones de páginas webs que contenían información sobre el resultado necesitado, fue una auténtica revolución. En ese momento, los buscadores que se utilizaban eran Altavista, Yahoo, Lycos o Excite, lanzados en su mayoría a mitad de la década de los 90. Y nos parecían una pasada. Un ingenio del ser humano. Pero en 1998, el nacimiento de Google, hizo desaparecer a todos sus competidores. Entonces, nadie pensaba, ni en sus sueños más profundos e inconscientes, que Google empezaría a dejar de ser el buscador de referencia mundial. ¡Qué barbaridad pensar eso!

 

[Img #7173]

 

Pero, damas y caballeros, he aquí que, unos cuantos años más tarde, aparece esa IA generativa que está arrasando en nuestro quehacer diario. Porque, un buscador es un buscador. Pero una herramienta de IA generativa es un creador de soluciones. Un concepto muy distinto y mucho más eficaz. Mucho más potente, igual de rápido y con posibilidades infinitas de mezclar, crear, simplificar o acomodar contenidos para satisfacción del usuario. Al parecer, 2023 ha terminado con casi 300 millones de usuarios de estas herramientas. Tanta gente no puede estar equivocándose al mismo tiempo, pienso yo.

Un valor pequeño no es un valor nulo. Esto es matemática básica

 

Pero el cambio radial que se está produciendo es que el usuario de a pie ya empieza a utilizar los ChatGPT, Gemini, Copilot y compañía, como buscador. Nada de Google. Y esto es válido para todas las generaciones, desde las Baby Boomers hasta la generación Alpha, pasando por la X, los Milennials y la Z. Y, aunque parezca que todo esto es un chollo, conviene tener claro que una página web que te devuelve un buscador es una información con una base de autor, más o menos valiosa. En cambio, lo que nos devuelve una web de IA generativa es una creación fruto de un entrenamiento con unos determinados datos. Y aquí está el quid de la cuestión. Me refiero a dejarse llevar por la emoción y no supervisar la fiabilidad del resultado generado. No soy ajeno a que cada día, un mayor número de datos de entrenamiento produce errores cada vez menores. Pero un valor pequeño no es un valor nulo. Esto es matemática básica.

 

Porque, en mi opinión, el desconocimiento del funcionamiento de estos modelos puede llevar a una relajación excesiva, toda vez que nos genera más confianza que los buscadores tradicionales. Buscadores infalibles que siempre nos acompañarían. Y fíjense ahora. Qué rápido va esto. Y, mientras tanto, yo me pregunto, ¿qué vendrá a mi cabeza cuando dentro de cinco años, relea este artículo? ¿Cuál será, entonces, la aplicación estrella de la humanidad?. ¿Habrá desaparecido ChatGPT?. Ya estoy impaciente por comprobarlo.

Publicidad

X
Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.