
El servicio de estudios del BBVA ha revisado al alza la previsión de crecimiento de todas las comunidades autónomas en el pasado 2024 (3,1% en el conjunto y un 3,6% en la Región de Murcia), pero alerta de una desaceleración en 2025. El crecimiento este año sería del 2,3% con algunas comunidades autónomas por encima de la media, como sería Murcia, en el 2,7%, la misma previsión que en su último informe el pasado otoño.
Por encima de Murcia estarían Andalucía y Castilla-La Mancha, ambas con el 2,8%; y al mismo nivel que la Comunidad Valenciana (2,7%).
Señalan los economistas de BBVA Research que el consumo interno continuará siendo el principal motor de la economía y se espera una contribución positiva de la producción agraria lo que beneficiará a regiones más dependientes de la demanda interna y con mayor exposición al sector primario.
En esta situación se encuentra la Región de Murcia. El PIB del sector primario subirá un 3,6%, liderando el crecimiento de este sector, seguida de Castilla-La Mancha (3,3%), La Rioja (3,2%) y Andalucía (3,1%). No obstante, es una previsión basada en que se ha superado en España el episodio de sequía, lo cual está por confirmarse en la Región de Murcia. Precisamente fue la sequía la que provocó que el PIB regional avanzara en 2023 apenas un 2%, el más bajo de todas las comunidades autónomas.
En tanto la escasez de los recursos hídricos será determinante en el devenir de la economía regional, también lo serán en positivo la bajada de los tipos de interés, aspecto que podría chocar en lo negativo con la prometida aplicación de aranceles a la importación por parte de Estados Unidos.
En cualquiera de los casos, en tanto el BBVA confía en que el sector primario aportará mayor riqueza a la Región, no dice lo mismo respecto a la aportación de los servicios como el turismo o del sector público.
Respecto al turismo se incide en que la “jerarquía” de comunidades como Canarias y Baleares mantendrán niveles de crecimiento superiores a la media y cierto estancamiento en las demás, como sería el caso de Murcia.
Y un problema añadido a la economía regional es la aplicación de las reglas fiscales, que frenarán el aumento del gasto público en una comunidad como la murciana con una de las deudas y el déficit entre los más altos del país. Este hecho, además, tendrá su consecuencia en 2025 en las contrataciones de personal por parte de las administraciones, al contrario de lo ocurrido en 2024, cuando sí aumentó el empleo público.