The Traveling Wilburys: la pequeña banda perfecta
Año 1987, en algún lugar de California está cenando Jeff Lynne, el genial productor y líder de la Electric Light Orchestra, con George Harrison, que no necesita presentación, y al que le acaba de producir el disco 'Cloud Nine'.
Está también presente un invitado de lujo, el legendario Roy Orbison, con el que Lynne está trabajando en el que será su regreso al éxito por la puerta grande después de muchos años: 'Mistery Girl'.
En el disco de George Harrison se incluían varios temas en coautoría entre el productor y el Fab. Uno de ellos, 'This is love', iba a ser el próximo single.
Para la cara B, George le dice a Jeff: “mañana voy a ir a un estudio a grabar un nuevo tema, ¿quieres venir a ayudarme? “. Jeff dijo “claro” y, ya que estaba allí presente, el artista conocido como 'The Big O' se unió a la fiesta. La canción, titulada 'handle with care' está sin duda entre las mejores que ha compuesto George Harrison.
Decidieron ir a grabar esa canción al estudio que Bob Dylan tenía en Santa Mónica, así que lo llamaron por teléfono. Según cuenta George Harrison: “A veces puedes llamarlo y que tarde años en contestarte, pero esta vez respondió a la primera y dijo: "claro, venid”. Obviamente, se apuntó a la grabación.
Por el camino, pasaron por casa de Tom Petty, ya que George se había dejado allí la guitarra que pensaba utilizar. Por supuesto, el líder de los Heartbreakers también decidió unirse.
Y así, fruto de la amistad y admiración que se profesaban y, sobre todo, de la más pura sucesión de casualidades, se dio forma a una de las mayores concentraciones de talento de la música popular del siglo XX.
Poco tiempo después, a finales de ese año, Warner Bros difunde a bombo y platillo la noticia de que cinco guitarristas trotamundos y viajeros, van a editar su primer trabajo. ¿Por qué tanta promoción y misterio para unos desconocidos?
Paralelamente, George Harrison declara en la radio, en febrero del año siguiente sus planes de formar una banda bajo el nombre de 'The Traveling Wilburys'.
¿Qué había pasado? Pues que se lo pasaron tan bien y el resultado fue tan bueno que se animaron a componer y grabar todo un LP. Así, sin más pretensiones que compartir tiempo con los amigos y pasar un buen rato juntos, nace lo que Tom Petty llamó 'la pequeña banda perfecta'.
“Si lo hubiéramos intentado planear, o si alguien hubiese dicho: vamos a formar una banda con esta gente, nunca hubiera ocurrido, hubiese sido imposible”, dijo George Harrison.
Esa ausencia de voluntad de protagonismo se refleja en la utilización de pseudónimos. Así, George era Nelson Wilbury; Jeff, Otis Wilbury; Roy Orbison se encarnaba en Lefty Wilbury; Petty en Charlie T. Wilbury Jr. y, por fin, Dylan era Lucky Wilbury. Todos ellos hijos de un tal Charles Truscott Wilbury, fundador de esta saga de medio hermanos y músicos viajeros.
El nombre de 'Wilbury' surgió durante las sesiones de Cloud Nine. Donde un equipo defectuoso provocó algunos errores de grabación y el exBeatle bromeó con Lynne y sus grandes habilidades como productor: “Los ocultamos en la mezcla” (We'll bury it in the mix). Desde entonces, durante esa grabación, cada pequeño error fue bautizado como 'wilbury'.
Las canciones se prepararon, compusieron y mezclaron en unos diez días en Los Ángeles, en la casa de Dave Stewart (de Eurythmics). En la cocina, estos cinco talentos se sentaron con sus guitarras acústicas a construir las bases de las canciones. A continuación, en otra habitación, grababan las voces.
Sobre estos originales acústicos, posteriormente, ya en el estudio de Harrison en Londres, se realizaron los arreglos definitivos, en los que colaboraron músicos de la talla de Jim Keltner en la batería, el saxofonista Jim Horn y el percusionista Ray Cooper.
El resultado es sensacional, un LP publicado en octubre de 1988 e integrado por diez temas brillantes, que van del rock al folk e incluso el pop, y que obtuvo un enorme éxito de crítica y de ventas (más de dos millones de discos vendidos en seis meses solamente en los Estados Unidos).
Por desgracia, dos meses después del lanzamiento de este primer álbum, en diciembre de 1988, Roy Orbison, que tenía entonces 52 años y una carrera marcada por la tragedia, falleció de un infarto.
Se habló de que iba a ser sustituido por otra leyenda del rock, Del Shannon, pero finalmente, decidieron continuar exclusivamente con los cuatro supervivientes y editar un segundo disco dedicado a Roy Orbison (bueno, a Lefty Wilbury) y que saldría al mercado dos años después.
Otro homenaje al amigo fallecido se encontraba en el video musical de 'End of the Line', donde se recrea la escena de la grabación con acústicas en una habitación, pero con una de las sillas vacía y, sobre ella, la guitarra de The Big O. Sobre una repisa, además, se puede ver un marco con una foto en blanco y negro del artista.
Un momento único en la historia del rock que, sin embargo, no son más que amigos divirtiéndose, sin grandes pretensiones y eso se nota; sin guerra de egos ni de liderazgos, sólo amistad, diversión y buen humor.
Irrepetible, Una verdadera joya que merece la pena recuperar y disfrutar de vez en cuando.
´Linkedin: Rafael García-Purriños